Nokia 8: ¿con quién se enfrenta?

Tras un cierto periodo de espera, finalmente ya hemos conocido muchos de los datos que estábamos esperando sobre Nokia 8, y está claro que, a diferencia de los dos modelos anteriores (Nokia 5 y Nokia 3,de gama media y de entrada respectivamente) diseñados por la compañía tras su retorno al sector de la telefonía móvil. aquí sí que tenemos un verdadero buque insignia con el que los fineses pretenden recuperar la gloria de la que disfrutó hace años en este mercado. ¿Y qué es lo que tiene este smartphone que lo hace tan atractivo? Estas son sus especificaciones técnicas:

• Pantalla IPS de 5,3 pulgadas con una resolución de 2.560 x 1.440 puntos.
• SoC Snapdragon 835 con CPU Opta-core (ocho núcleos).
• GPU Adreno 540.
• 4 GB de memoria RAM.
• 64 GB de capacidad de almacenamiento, ampliable mediante tarjeta microSD
• Doble cámara trasera de 13 MP – frontal de 8 MP con óptica Carl Zeiss.
• Batería de 3.090 mAh con tecnología Quick Charge 3.0 de carga rápida.

Todo esto en un terminal con un diseño muy atractivo, disponible en varios colores, con versiones para una y dos tarjetas SIM, y por un precio… bueno, a la altura de las prestaciones del terminal: desde 599 euros. Así, con el que pretende ser el primer buque insignia en la nueva singladura de Nokia, llega el momento de preguntarse qué papel va a tener en un mercado tan competitivo y complejo como el de los smartphones. ¿Será capaz de enfrentarse a Apple, Samsung y Huawei, además al resto de fabricantes asiáticos que cada vez van consolidando más sus posiciones?

No cabe la menor duda de que esa es la intención de la compañía finesa, que ha facturado un dispositivo al que es muy difícil sacarle pegas, y que resulta muy atractivo tanto en el aspecto visual como en lo referido a sus prestaciones. Ahora bien, el mercado ha cambiado mucho desde que Nokia vendiera su división de móviles a Microsoft, y ahora todas las tecnológicas que viven de este mercado centran su interés en China, el gigante asiático que genera un mayor volumen de facturación a muchas de ellas. El caso más claro de ello es Apple, que observa con bastante temor las relaciones entre las administraciones china y norteamericana. Además, cada vez son más las voces que apuntan a que, ahora que la economía del gigante asiático ya no es lo que era hace cinco años, la principal clave para seguir sumando beneficios es India, un mercado que podría llegar a superar al chino a medio plazo.

Resulta evidente que Nokia lleva mucho tiempo preparando su vuelta a este mercado, y la estrategia de presentar primero dos modelos «normalitos», antes de poner toda la carne en el asador con su tope de gama, ha servido para generar bastante interés entre los usuarios. Ahora bien, aunque por prestaciones el Nokia 8 puede competir muy dignamente con modelos como el iPhone y el Samsung Galaxy S, lo más probable es que el éxito o fracaso de esta nueva apuesta de los fineses dependa, en gran medida, de su capacidad de adaptarse a esos mercados y ganar posiciones en los mismos, algo singularmente difícil.

Por otra parte, la compañía también se enfrenta a otra complicación, que no es otra que su salida del mercado durante estos años. Es cierto que eso no debería influir a la hora de valorar un dispositivo pero, muy probablemente, los usuarios tardarán en volver a depositar en Nokia la confianza que sí concedían a la compañía hace unos años. La apuesta, sin duda, debe ser a medio plazo, y durante los primeros años no se deben esperar grandes crecimientos, especialmente en lo referido a las líneas de gama alta. Esto no debería ser problema, pero habrá que comprobar si la empresa tiene el músculo necesario para soportar una travesía por el desierto que podría alargarse algunos años. Si lo consigue, es capaz de adaptarse a los mercados más rentables hoy en día, y sigue produciendo terminales como el Nokia 8, es posible que en dos o tres años estemos hablando de la segunda juventud del fabricante de algunos de los teléfonos móviles más icónicos de la historia.