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Hamburguesagate: el CEO de Google interviene

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Hamburguesa

Normalmente le concedemos muy poca importancia, pero lo cierto es que las normalizaciones o estandarizaciones han sido elementos básicos e imprescindibles para la evolución de la sociedad. Normalizamos sistemas para comunicarnos, establecemos conjuntos de normas para desenvolvernos con seguridad en determinados entornos, nos marcamos protocolos para garantizar el desarrollo correcto de diversas actividades… Sí, la normalización es uno de los factores clave para el desarrollo en todos los aspectos. Y, por norma general, cuando se define y adopta un estándar, es porque, probadas todas las posibilidades, esa en concreto resulta la más recomendable. Y no es una decisión arbitraria que tomen cuatro «sabios» en Twitter, no, estoy hablando de personas muy doctas, muy experimentadas y con la amplitud de miras necesaria para saber que tomarán la decisión más correcta.

Así pues, si los expertos y la historia nos han enseñado cómo se diseñan los puentes para soportar la carga que es necesario que resistan, cómo se calcula una trayectoria de re-entrada para que una nave espacial pueda regresar a casa y, lo que nos ocupa de lleno en este caso: que lo que se funde siempre, ¡siempre! va arriba. Por supuesto, estoy hablando del #hamburguesagate (si nadie lo ha llamado así es que yo no entiendo el mundo), y de la aberración imperdonable el punto de vista de los diseñadores de los emoji de Google, que han decidido, a la hora de rediseñar el dibujo de la hamburguesa, situar la loncha de queso fundido entre la parte inferior del filete de carne y la parte de abajo del panecillo. Sí, has leído bien, han hecho esto:

Emoji hamburguesa google

Son un montón de preguntas las que surgen en la cabeza de cualquier persona de bien, y que se pueden resumir en una sola: ¿por qué? ¿Era necesario hacer algo así? ¿No teníamos suficiente con colorear los clásicos del cine en blanco y negro, o en remasterizar grandes éxitos musicales de otros tiempos para hacer que ahora suenen a música de ascensor? Pues lo peor no es eso, ya que podemos achacar esta barbaridad a la iniciativa personal de un diseñador de esos modernos, que necesitan provocar con cada una de sus creaciones.  No, el problema es que, contrariamente a lo que cabría pensar, han aparecido personas que secundan esa aberración ese punto de vista, y las redes sociales llevan ya días ardiendo con una polémica que, bueno, deja la versión local (concebollistas versus sincebollistas) en un plano muy secundario.

La buena noticia es que, si acudimos a la gran referencia en este tema, la enciclopédica Emojimedia, podemos ver que solo Google sitúa el queso bajo la carne. Hay otras difícilmente explicable, como que Apple, por su cuenta y riesgo, ha decidido situar la lechuga entre la carne y la parte inferior del panecillo (se nota que lo suyo es diseñar iPhones, no hacer hamburguesas). O Samsung, que (ay, me da hasta apuro decirlo), ¡ponen el queso fundido sobre la lechuga! Claro, que son coreanos, seguramente en la versión para consumo interno cambian la lechuga, el tomate y la cebolla por un buen cucharón de kimchi. ¿El queso fundido sobre la lechuga? ¿En serio? Parece que les gusta jugar con fuego… (guiño, guiño).

Por otra parte, es importante saber que hablamos de un cambio muy reciente… ¡sobre versiones anteriores, que también estaban mal! Veamos a qué me refiero…

Versiones Hamburguesa Google

¿En serio, Google? ¿De verdad? Es cierto que, con Android 8.0, por fin han dejado de poner la comida de Bambi y Tambor por debajo de la carne y, lo que es peor, cambiar el doble de carne por doble de ensalada (¿alguna hamburguesería en la que te ofrezcan extra de lechuga por 90 céntimos? No, ¿verdad?, pues eso), pero por alguna razón (sospecho que la cafetería de sus oficinas tiene mucho que ver), no aciertan ni esforzándose. Es más, llamadme suspicaz, pero sospecho que, de manera secreta, los diseñadores de Google (y aquí también incluyo a los de Apple, la verdad) llevan años colándonos hamburguesas veganas en los emojis. Sí, sé que es una acusación osada y sin pruebas, pero pongo la mano en el fuego a que, en algún momento, sus diseñadores pensaron –¡Comed tofu hasta REVENTAR, pandilla de carnívoros, muahahahahaha!–

Afortunadamente, la reacción ante estas barbaridades no se ha dejado acallar. Es más, tal ha sido la presión sobre Google, que incluso su CEO, ha tenido que dejar todos sus quehaceres y, según informaba en Google, ponerse manos a la obra para solucionar este desaguisado:

Las redes sociales se han llenado de encuestas, disertaciones, fotos (que debería dejar de mirar, porque me está entrando mucha hambre) y, en general, de una lucha entre el multitudinario sentido común (queso fundido sobre carne) contra cuatro indocumentados (entre los que incluyo a una de las dos principales cadenas de hamburgueserías del mundo, que llevan toda la vida haciéndolo mal) que pretenden convencernos con argumentos falsos, falacias y disertaciones emotivas que no llevan a nada.

Pero  bueno, creo que el problema tiene una solución muy sencilla. ‘¡SÍ!, tengo la solución definitiva, para que el emoji de la hamburguesa se ajuste, finalmente, a lo que cabe esperar del icono de una hamburguesa. Diseñadores del mundo, tomad nota:

Parte superior del bollo.
Dos o tres tiras de bacon bien crujiente.
Enorme loncha de queso fundido.
Pieza enorme de carne.
Parte inferior del bollo.

Sencillo, ¿verdad? Y es que, por sorprendente que parezca, la cortina de humo de la posición del queso ha servido para que no estemos hablando de la carencia de bacon en todos los emojis de hamburguesa, salvo el de Whatsapp (reducto de valientes, que no se dejan atenazar por lo políticamente correcto y la guerra contra el colesterol). Hamburguseros de pro, ya sabéis, el servicio de mensajería instantánea es nuestro espacio, nuestro reducto, el lugar en el que, cuando quedemos con los amigos para comer, podremos compartir una representación realista de lo que queremos comer.

Ahhh sí, ya os veo venir, –¡Se te han olvidado la lechuga, el tomate, la cebolla, el pepinillo y las salsas!– Hablemos claro: cuando se le pueda poner carne a una ensalada, aceptaré que se le ponga verdura a una hamburguesa. Y en cuanto a las salsas… si la hamburguesa no está suficientemente jugosa, lo que le falta es más queso fundido. Y lo sabes.

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