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¿Qué es el currículum ciego? ¿Por qué necesita una base tecnológica?

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Curriculum

Si bien la actual situación del mercado laboral es complicada para prácticamente todo el mundo, es indiscutible que determinados colectivos se enfrentan a una situación mucho más compleja en este sentido: mujeres, jóvenes sin (o con muy poca) experiencia, mayores de 45-50 años, parados de larga duración… no son pocos los colectivos que se tienen que enfrentar a la búsqueda de empleo con unas perspectivas singularmente complejas. Así, es necesario que se adopten medidas, tanto por el sector privado como por las administraciones públicas, para estimular la contratación de estas personas, y que se vele por prevenir, en la medida de lo posible, la discriminación de trabajadores por sexo, edad, etcétera.

En este contexto se enmarca la propuesta de Dolors Montserrat, Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para que se empiece a emplear el llamado currículum ciego, una herramienta diseñada para combatir la discriminación por razones de sexo, edad y aspecto físico. Y es que, como se deduce por su nombre, estamos hablando de un curriculum vitae del que se excluyen esos datos y elementos comprometedores: no figura la edad, ni el nombre ni cuenta con fotografía del candidato. Además, y de cara al contacto con el candidato por parte de la empresa, se debe contar con una dirección de correo electrónico específica para este fin, y que tampoco permita averiguar datos personales (por ejemplo, si se trata de un email con nuestro nombre propio y el apellido). Este sistema ya ha pasado exitosamente la fase de prueba en países como Alemania, Finlandia, Francia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia.

¿Es necesaria la tecnología?

Como ya he comentado anteriormente, deben eliminarse datos «comprometedores» del currículum, dejando exclusivamente el historial profesional y una dirección de correo electrónico de contacto. Sin embargo, es probable que más de una persona, por error o desconocimiento, termine utilizando su dirección de correo electrónico normal, especialmente si en esta no figura nuestro nombre ni nuestra fecha de nacimiento. ¿Cuál es el problema? Pues que una búsqueda en Internet puede llevar hasta, por ejemplo, nuestro perfil de Facebook. Y sí, lo mismo ocurre con el número de teléfono, también se puede emplear para averiguar algún dato personal nuestro. Y eso sin contar que, si ya nos pusimos en contacto con esa empresa previamente, y enviamos un currículum completo, basta con que revisen su base de datos de recursos humanos para que la incógnita quede despejada.

Así, en mi opinión la clave sería la puesta en marcha de un servicio en el que los aspirantes pudieran subir su currículum ciego, y que durante la primera fase de selección, las empresas solo puedan contactar con los candidatos a través de la plataforma. Obviamente, la plataforma sí que contaría con los datos de contacto de los candidatos, pero no sería hasta la segunda fase (entrevista de trabajo), que se produciría un contacto directo y sin intermediarios entre ambas partes. Este sistema, además, permitiría a los candidatos el participar en las mismas condiciones en posteriores procesos de selección de la misma compañía, puesto que sus datos personales volverían a ser una incógnita, incluso aunque en anteriores procesos hubiera superado la primera fase.

 

Imagen: the Italian voice

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