Los beneficios de Samsung batieron un nuevo récord en 2017

Durante 2017, Samsung no ha atravesado precisamente un camino de rosas. Por un lado, a principios de año todavía estaba sufriendo los coletazos del escándalo provocado por las baterías defectuosas del Note 7, que derivaron en su retirada. Por otro, el heredero de facto de Samsung, su Vicepresidente Lee Jae-Yong, fue detenido por otro escándalo de sobornos en Corea del Sur, que incluso derivó en la dimisión de la presidenta del país, y por el que en la actualidad cumple una condena de cinco años por soborno. Pero nada de esto parece haber afectado a las ventas y los ingresos de la compañía, que según Cnet ha conseguido unos 50.200 millones de dólares de beneficios durante el año pasado.

Esta cifra supone casi el doble de la alcanzada en 2016, cuando sus beneficios fueron de 27.000 millones. Y supone un nuevo récord en este aspecto para la compañía, ya que esta cifra supera a la cosechada en 2013, cuando Samsung alcanzó unos beneficios récord de 34.530 millones de dólares. Esto quiere decir que en el terreno financiero, el Grupo Samsung va viento en popa en cuanto a ventas y ganancias. Así lo ponen también de manifiesto el resto de resultados presentados esta semana por la compañía, correspondientes al cuarto trimestre de 2017. Sólo en dicho periodo, los beneficios de Samsung alcanzaron los 14.130 millones, frente a los 8.600 millones del mismo periodo en 2016.

Según avanzan desde la compañía, su crecimiento en el periodo comprendido entre octubre y diciembre se debe sobre todo a la buena marcha de su división de componentes. Sobre todo a las ventas de las tarjetas de memoria que se utilizan tanto en los dispositivos móviles como en los servidores. También mejoraron las ventas de pantallas OLED, un dato en el que ha influido sin duda el hecho de que Samsung ha suministrado miles de estas pantallas a Apple para su iPhone X. Eso sí, habrá que ver lo que sucede en el futuro en este área, puesto que todo apunta a que Apple va a reducir de manera significativa su producción de dicho smartphone.

El Note 8, que ha cosechado un buen nivel de ventas, ha hecho que en Samsung se dejase atrás los problemas con el Note 7.

En el lado negativo, destaca el descenso en el área de pantallas LCD. También el ligero descenso en las cifras de la división de móviles con respecto al trimestre anterior de 2017, el tercero. A pesar de que el sucesor del Note 7, el 8, ha sido un éxito en ventas para el grupo, las ventas de los terminales de gama baja y media de Samsung han registrado un descenso. Estos sectores del mercado no están nada claros para Samsung, debido sobre todo a la fuerte competencia que están presentando varios fabricantes chinos rivales.

Las expectativas de Samsung para 2018 son bastante buenas, ya que sus responsables esperan que la demanda de smartphones crezca durante este año. Sobre todo, a las crecientes necesidades de reemplazo entre los propietarios de modelos de gama alta. También están seguros de que la demanda de semiconductores va a continuar siendo fuerte en los próximos doce meses. La compañía también ha desvelado algunos de sus planes para sus terminales y productos durante 2018. Por un lado, tiene planes par mejorar las cámaras de sus teléfonos. También pretende conseguir que su asistente inteligente Bixby sea más preciso.

Por otra parte, según Reuters, la compañía ha anunciado su primer aumento de la cantidad de acciones disponibles (stock split). También acabó con algunas preocupaciones relacionadas con la próxima reducción del mercado de los semiconductores, gracias a sus previsiones. Según han declarado desde la propia compañía, «mirando a medio y largo plazo, Samsung espera que la división de componentes vea crecer su demanda para nuevas aplicaciones«. Samsung también espera que las ventas de chips flash DRAM y NAND tengan un crecimiento anual en 2018 el 20% y el 40% respectivamente.