Paul Jacobs negocia con inversores para tomar el control de Qualcomm

Paul Jacobs, expresidente de Qualcomm, fue expulsado de la Junta Directiva de la compañía el pasado mes de marzo tras comunicar a sus miembros que tenía intención de reunir un grupo de inversores para hacerse con el control de la empresa. Desde entonces, lejos de desanimarse, ha continuado con las negociaciones con diversos inversores estratégicos y fondos soberanos, y según la CNBC pueden estar ya bastante avanzadas.

Jacobs tiene la intención de reunir un grupo de inversores que le ayuden a convertir Qualcomm en una empresa privada de aquí a dos meses. Una vez haya dejado de ser pública, sería el propio Jacobs, hijo de uno de sus fundadores, el encargado de dirigirlo. Todo a pesar de poseer menos de un 1% de las acciones de la empresa, dado que según los términos del acuerdo que platea Jacobs a sus socios, el controlar la mayoría de las acciones de Qualcomm no garantizaría el contar con su control.

Así, con este paso, Qualcomm seguiría estando bajo control estadounidense, lo que permitiría que la compañía escapase de los exámenes a los que se habría visto sometida si la hubiese comprado Broadcom antes de que el Presidente Trump bloquease la operación definitivamente.

No obstante, Jacobs ha estado negociando con el Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos para evitar problemas, algo que podría ocurrir si la mayoría del poder económico de la compañía se queda en manos de fondos soberanos extranjeros.

Uno de los inversores que pueden participar en la operación es el fabricante de chips para móviles ARM, que en la actualidad es propiedad de SoftBank. No obstante, sus representantes han negado que estén participando en una posible operación de compra que implique a Qualcomm, así como que hayan estado negociando con Jacobs. Pero no hay nada seguro.

Mientras, este exdirectivo de Qualcomm ha contratado a dos bancos, así como a varios abogados, para que estudien la operación y trabajen en un acuerdo entre los futuros participantes en la operación. Cuando termine, se espera que haya menos de una decena de propietarios de la compañía.

A diferencia de Broadcom, que quería acabar con la política de licencias de Qualcomm, Jacobs planea seguir adelante con él, porque siente que en la actualidad es el área con más fuerza de Qualcomm, siempre y cuando se gestione correctamente.

Foto: World Economic Forum