Telefónica recibe sanciones de Hacienda sobre su último ERE

La semana pasada, la Agencia Tributaria comenzó una pequeña cruzada contra el último procedimiento de expedientes de regulación de empleo (más conocido como ERE) que realizó Telefónica, también conocido como el programa de bajas incentivadas.

Así pues, según confirman algunos de los afectados, Hacienda ha comenzado a abrir expedientes sancionadores contra los miles de empleados y directivos de la operadora que se acogieron en su momento a esta alternativa ofrecida por la propia compañía, y la cual se revisa por haber tenido un mejor tratamiento fiscal.

De esta manera, Telefónica habría propuesto a sus trabajadores la posibilidad de aceptar un cheque, cobrable desde el mismo momento en que dejasen la compañía, y con un valor igual al total de la pre-jubilación; o cobrar este mismo total dividido en mensualidades, hasta alcanzar los 63 o los 65 años, según los casos.

Sin embargo, la sorpresa llega cuando los que optaron por este segundo método de cobro, que daban por sentado que los trámites estaban realizados acordes a la normativa de la Agencia Tributaria, habiendo sido realizados directamente por la propia Telefónica, reciben el aviso de la sanción.

Y es que en varios casos las cantidades reclamadas han llegado a superar los 300.000 euros, por lo que algunos de los afectados se han visto incluso obligados a recurrir a préstamos bancarios para poder hacer frente a las demandas de Hacienda, ya que en su momento se acogieron al cobro fraccionado.

Los afectados ya han pedido explicaciones a la compañía, que parece mantenerse en silencio frente a estos desajustes fiscales. De igual manera, los sindicatos que firmaron los planes de estas bajas incentivadas, tampoco han querido dar ningún tipo de respuesta pública.

También han comenzado a agruparse en un colectivo para llevar judicialmente a Telefónica ante la Audiencia Nacional, debido a que se trata de casos que incluyen responsabilidades de varios ministerios, entre los que destaca el Ministerio de Trabajo, que validó en su momento estos ERE.

Sin embargo, y de forma posterior a su realización, Hacienda no dio por buenas algunas de las cláusulas que fomentaban la desvinculación de los empleados y directivos, por lo que los que se adhirieron a los planes, bajo total desconocimiento, no lo habrían podido hacer legalmente.

Telefónica se establece así como la compañía española más activa en reducir su plantilla en lo que llevamos de siglo, con más de 38.500 puestos de trabajo reducidos a través de los sucesivos ajustes, llevados a cabo casi de manera ininterrumpida.