La Unión Europea abre una investigación formal de la compra de ARM por parte de Nvidia

La Comisión Europea ha abierto una investigación formal sobre competencia a la compra que desea hacer Nvidia de la compañía dedicada al diseño de chips ARM. El acuerdo, anunciado el pasado mes de septiembre de 2020, aun no ha podido materializarse, y de producirse, pondría a ARM, por 40.000 millones de dólares, en manos de Nvidia. Pero el cierre del acuerdo está teniendo no pocos obstáculos, ya que la operación levanta sospechas en gobiernos de diversos países y regiones.

Entre ellas está la UE, que según ha señalado su Vicepresidenta Margrethe Vestager, plantea que la compra de ARM por parte de Nvidia podría dificultar a otros fabricantes el acceso a la tecnología de ARM, lo que haría bastante daño a buena parte del sector de los semiconductores, que actualmente ya se enfrenta a una crisis notable por la escasez de chips. La principal preocupación de este acuerdo es, por tanto, si se mantendrá la neutralidad de ARM.

Esta compañía da  la licencia de sus diseños de chips a una gran variedad de empresas del sector de la electrónica. Entre ellas a Apple, Samsung o Qualcomm, y varias son competidoras directas de Nvidia, además de entre ellas. Entre las autoridades de distintas zonas hay temores de que una vez que Nvidia tenga el control de ARM, los competidores de Nvidia queden en desventaja.

El CEO DE Nvidia, Jensen Huang, ha asegurado que esto no va a suceder, y se ha comprometido a mantener el modelo de licencia abierto de ARM. Pero los críticos con el acuerdo temen que los reguladores no podrán forzar a Nvidia a seguir neutral de manera indefinida. Según la UE, Nvidia se ha comprometido con ellos a intentar abordar varias de las preocupaciones que tienen, pero la comisión ha decidido que los elementos y promesas suministrados por Nvidia no son suficientes para apagar las dudas serias que hay sobre los efectos de la operación de compra.

Además de esta investigación, la Unión Europea planea investigar cómo podría afectar el acuerdo a la manera en que los competidores de Nvidia comparten información con ARM, y si Nvidia podría cambiar la financiación de investigación y desarrollo de ARM para hacer que sus productos sean más rentables, en detrimento de los que usan otras tecnologías de ARM. Tanto Nvidia como ARM esperaban investigaciones como esta, por lo que habían señalado que esperaban que el acuerdo no podría cerrarse hasta pasados 18 meses del anuncio.

Parece que la investigación de la UE no va a ser la única a la que se enfrenten ambas empresas. La Autoridad de Mercados y Competencia de Rreino Unido ha recomendado su propia investigación a fondo el pasado mes de agosto, después de pedir a terceros que diesen su opinión del acuerdo. Además, los reguladores de Estados Unidos y China podrían también inspeccionar a fondo el acuerdo. Mientras, el Reino Unido está investigando las implicaciones que el acuerdo podría tener en la seguridad nacional, y apunta a que la operación puede dar problemas. Todo esto hace que, aunque todas las investigaciones sean favorables al acuerdo, el tiempo estimado para el cierre del acuerdo vaya a ser superior al estimado casi con total seguridad.