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La escasez de chips, en algunos casos, empezará a mejorar en la segunda mitad de 2022

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La escasez de chips, en algunos casos, empezará a mejorar en la segunda mitad de 2022

La consultora Deloitte considera que hacia la segunda mitad de este año empezará a verse la luz al final del túnel para la crisis de escasez de chips, aunque solo para algunos tipos de semiconductores. Paralelamente, también deja claro, en el informe en el que refleja esto, dedicado al sector de los semiconductores correspondiente a 2022, que el sector de los chips es tan esencial para nuestro mundo como el de la alimentación, la energía o la logística, entre otros.

A pesar de su naturaleza esencial, el sector de los chips no está estructurado de manera que lo refleje. En realidad, tal como se admite en el informe, se ve empequeñecido por el tamaño de otros, como el de la agricultura o el del petróleo y los carburantes, y señala que «el 80% de los alimentos o el combustible del mundo no viene de un puñado de fabricantes concentrados en solo unos pocos países«, algo que sí sucede con los chips.

Con todo esto en mente, Deloitte ha hecho varias predicciones para el sector de los chips en 2022, que se reducen a una expresión: disrupción. La primera predicción es que su escasez va a continuar. Pero no será tan nefasta como la del año pasado. Según el informe, la consultora espera que «la gravedad y duración de la escasez de chips, así como sus ramificaciones económicas, sea menos pronunciada por el aumento de capacidad, así como por las mejoras en la cadena de suministros que han hecho los fabricantes, los distribuidores y los clientes finales«.

Eso sí, no se espera que la escasez de semiconductores se acabe de manera inmediata. La producción está todavía aumentando en instalaciones nuevas, y muchas no abrirán hasta 2023. Al menos hasta superar la primera mitad de 2022 no se recuperará algo de normalidad, y solo para algunos sectores. Los que no hayan mejorado para entonces tendrán que esperar probablemente a 2023 para que desciendan sus problemas, y de hecho Deloitte avisa de que puede que no sea hasta bien entrado el año que viene cuando algunos componentes con más tiempos de espera empiecen a fluir con normalidad.

La segunda predicción para el sector es más la constatación de un hecho: hay escasez de personal en el sector de los semiconductores. Como en muchos otros, el sector no se ha librado de los efectos de la conocida como Gran Dimisión. De hecho, según Deloitte, los efectos que ha tenido en el sector de los chips ha sido peor que en otros. Por varios motivos: los ingresos de los fabricantes serán casi un 50% mayores en 2022 que en 2019 y el crecimiento reciente del sector de los chips en Taiwan y Corea del Sur ha acabado con el talento disponible en la zona.

No obstante, la producción localizada de chips abrirá bolsas de talento adicionales, pero esto no se dará a corto plazo, puesto que es necesario que los profesionales aprendan habilidades nuevas. También hay que tener en cuenta que las habilidades necesarias en el sector de los semiconductores están cambiando, y dependen cada vez más de habilidades relacionadas con el software. Por lo tanto, llevará un tiempo contratar al personal adecuado.

En resumen: el crecimiento del sector y la transformación que ya está en marcha como resultado directo de la escasez se está enfrentando a otra escasez: la de personal cualificado. Con escasez en todas partes, puede llevar más tiempo del esperado cubrir puestos esenciales para las operaciones.

La tercera previsión está relacionada con el comienzo de la localización de la producción. Según Deloitte, el número total de obleas a nivel global será un 50% superior en 2023 que en 2023, y aunque muchas de ellas estarán en los puntos fuertes tradicionales de los semiconductores, como Taiwan o Corea del Sur, ya no lo estarán prácticamente todas. Según el informe, cada vez habrá más fábricas en Estados Unidos, China, Japón, Singapur, Israel y Europa. El cambio será complicado, pero la escasez de chips ha probado la necesidad de fabricar chips más cerca de su destino.

La última previsión señala que los fabricantes de chips van a acelerar la transformación digital. Frente a su tradicional rigidez y lentitud para adaptarse y su poca disposición al cambio, las empresas del sector han visto que tienen la necesidad de reforzarse y evolucionar para ser más competitivas. Eso sí, la mitad de los fabricantes de chips que ha participado en las encuestas que han servido de base para el informe no han modificado todavía su estrategia de transformación digital para adaptarse a las disrupciones provocadas por el COVID-19 y la escasez de chips.

Deloitte, eso sí, señala que ahora es cuando los directivos del sector de los chips deben abordar los problemas de los últimos dos años y utilizar lo aprendido para desarrollar una estrategia nueva y claramente definida para evitar la próxima crisis de escasez de chips.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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