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La tecnología no llega a las elecciones: España sigue estancada en la papeleta

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Las elecciones al Gobierno de España están a la vuelta de la esquina pero todos nos hacemos la misma pregunta, ¿qué participación obtendrá? Lo cierto es que los comicios del próximo 23 de julio llegan en un momento vital para el devenir del país pero la fecha no parece la más propicia para tan relevante asunto. 

Cuando Pedro Sánchez anunció las elecciones en plena época estival la preocupación atizó a la gran mayoría de los españoles. ¿Y si me llaman para una mesa electoral? Pero esta no era la única cuestión a responder, otras también se hacían eco: ¿cómo voto si no estaré en mi domicilio para la fecha? 

Resulta asombroso que en plena era digital, donde todo se realiza de forma telemática y la Administración Pública ya hace alarde de su manejo, no pueda realizarse de igual forma el derecho al voto. Cabe destacar, que además de las fechas en las que se producirán y que muchos ciudadanos estarán inmersos en sus vacaciones, las temperaturas en España tampoco acompañan. 

En nuestro país, si quieres ejercer tu voto deberás acudir presencialmente a los colegios electorales y depositar personalmente tu papeleta en la urna correspondiente. Y no, lejos de toda revolución tecnológica, como si ocurre en otros países, España no permite el voto electrónico. Solo nos queda conformarnos con el voto por correo. 

Bienvenida era digital: el voto electrónico 

La implantación del voto electrónico acabaría con muchos problemas que estas elecciones han sacado a la luz: votantes que se encuentran en la distancia, votos desde el extranjero, imposibilidad de ir a los colegios electorales, viajes programados, reservas hechas, altas temperaturas… Estos inconvenientes dejarían de serlo si el voto digital fuera implantado tal y como llevan reclamando organizaciones del sector. 

Sin embargo, aunque sus ventajas parecen numerosas, son escasos países los que han decidido dejarse llevar por las nuevas tecnologías e implementar su uso. En concreto, son nueve aquellos que finalmente se han decantado por el voto digital: EE.UU, Venezuela, Brasil, Estonia, Bélgica, India, Filipinas, Bulgaria y los Emiratos Árabes. 

¿Por qué España y más países no lo implantan? 

Para entender esta postura quizás deberíamos comenzar por comprender qué cambios son necesarios y si son viables. Primeramente, hay que mencionar que para el voto electrónico habría que proceder a cambios legislativos y culturales importantes. Para instaurar este voto digital habría que lograr el consenso necesario para reformar la Ley Orgánica del Régimen Electoral, ley que data del año 1985 y la cual regula cómo se gestiona el sistema electoral en nuestro país. 

De igual forma, la inversión inicial necesaria para aplicar este sistema y la necesidad de llevar a cabo ensayos rigurosos podrían ser otros de los motivos por los que en nuestro país aún no se ha aplicado este sistema de votación. 

Por otra parte, serían también necesarios requisitos técnicos y procedimentales para poder votar electrónicamente, tal como un sistema de identificación digital, que bien podrían ser los DNI electrónicos o los certificados digitales. Sin embargo, no todo el conjunto de la población se siente apta o capacitada para tal hecho, por lo que se antoja necesario una formación o continuar dando el voto tradicional para aquellos que así lo deseen. 

Igualmente, el voto digital necesitaría del desarrollo de una infraestructura de votación que permita la emisión y el conteo de los votos electrónicos de forma segura, sistemas de almacenamiento y transmisión de votos encriptados, y mecanismos de seguridad y protección de datos.

Los riesgos del voto electrónico 

Aunque el voto electrónico conlleva numerosas ventajas como ya hemos ido desgranando, lo cierto es que también implica ciertos peligros que hay que destacar. En este sentido, la inseguridad parece ser el principal punto a batir. 

El acceso a internet y la brecha digital pueden ser otra de los riesgos de su aplicación. La implantación del voto electrónico debería garantizar que todo el conjunto de los españoles puedan realizar su derecho. Otro elemento sería la ciberseguridad y los continuos avances de los virus. 

Otro factor es que los votos electrónicos no se pueden auditar físicamente. Esto quiere decir que tal y como se hace en el voto presencial, que se controla cómo se realizan los votos y su conteo posterior, en el electrónico esto no sería posible, estando limitado. 

Así funciona el voto electrónico en los países que ya lo tienen implantado

En los países en los que sí ha sido implantado el voto electrónico, el proceso que siguen es similar. Por ejemplo, en Estonia, cuyo método se explica y detalla en la página web del Comité Electoral de Estonia, los ciudadanos pueden votar a través de la red una semana antes del día de las elecciones, pudiendo cambiar su voto tantas veces como deseen hasta la fecha.

El censo presencial no se extingue y los ciudadanos pueden acudir a la urna el día de las elecciones y votar, un voto que anula los anteriores y que prevalece sobre el digital. El sistema de votación digital se realiza desde la web habilitada para ello, los ciudadanos se identifican con un carnet digital o con un identificador móvil, y tras esto se realiza la selección del candidato y el voto. 

El sistema incluye un refuerzo de seguridad que permite detectar el hackeo de forma rápida y además cada ciudadano que ha ejercido su derecho a voto podrá verificar que su voto ha sido registrado en el sistema. Después de votar se recibe un código QR con un número aleatorio y un código de sesión guardados y cifrados en el registro. 

Posteriormente, solo queda el recuento. Las autoridades verifican la seguridad de la votación con un servicio de registro independiente que recopila información paralela sobre cada voto de la red. Estos datos deberán coincidir con los de la urna que controla el Comité, eliminando así los votos repetidos.  Tras esto se separan los votos verificados de los datos de cada votante, quedando solo el dato cifrado y evitando que puedan ser identificados con cada ciudadano. 

El procedimiento y conteo es repetido al día siguiente para verificar que los resultados son los correctos, y además las papeletas digitales y la información pertinente es conservada en el sistema durante un mes para poder responder a las posibles quejas que se produzcan. 

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