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Guía: cómo escoger el mejor servidor para tu empresa

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En un mundo empresarial cada vez más digitalizado y en constante evolución tecnológica, la elección del servidor adecuado se ha convertido en un factor crucial para el éxito y la eficiencia operativa de las empresas. La selección de un servidor no es una decisión que deba tomarse a la ligera, ya que este componente fundamental de la infraestructura tecnológica juega un papel determinante en aspectos clave como la seguridad de datos, la escalabilidad, el rendimiento y la integración con tecnologías emergentes y servicios en la nube.

En esta guía exploraremos los criterios esenciales que debemos considerar al escoger el mejor servidor para nuestra empresa. Desde analizar las diversas cargas de trabajo y requerimientos específico,  hasta evaluar la seguridad, eficiencia energética y el soporte para tecnologías emergentes, te contamos casi todo lo que tienes que saber para ayudarte a tomar una decisión informada.

Identificar las cargas de trabajo y necesidades específicas de la empresa

El primer paso para seleccionar el servidor adecuado es comprender tus cargas de trabajo y necesidades específicas. Cada empresa es única y requiere un servidor que se ajuste a sus operaciones. Considera el tipo de aplicaciones y servicios que se ejecutan en tu entorno, la cantidad de usuarios que los utilizarán y el volumen de datos que se manejan.

Por ejemplo, si tu empresa utiliza aplicaciones que requieren un alto rendimiento de cálculo, como análisis de datos complejos o simulaciones, podrías necesitar servidores que contasen con solo con procesadores que ofrezcan un gran rendimiento, sino también ofreciesen GPUs con un nivel acorde. Por otro lado, si tus necesidades se centran sobre todo en almacenar grandes volúmenes de datos, sería crucial priorizar servidores con una alta capacidad de almacenamiento y una arquitectura de almacenamiento escalable.

En el primer caso, puede ser interesante optar por modelos que cuenten con una configuración con doble procesador Intel Xeon de la serie Gold o Platinum, memoria RAM de 64 GB o más y unidades de estado sólido (SSD) NVMe de alta capacidad para un acceso rápido a los datos. Además, si la aplicación lo requiere, tarjetas gráficas de gama alta, como NVIDIA GeForce RTX,  pueden proporcionar una aceleración adicional.

En el segundo, una configuración adecuada incluiría un solo procesador Intel Xeon o AMD Ryzen, memoria RAM de 32 GB o más y varias unidades de disco duro de alta capacidad (HDD) o unidades de estado sólido (SSD). Es esencial en este caso contar con bahías de expansión para agregar más unidades a medida que las necesidades de almacenamiento aumenten. Además, se pueden incluir unidades de respaldo o almacenamiento externo para copias de seguridad regulares y recuperación de datos.

Escalabilidad y futuro crecimiento

Un servidor escalable es aquel que puede adaptarse y crecer de manera eficiente y sin interrupciones a medida que las necesidades de recursos y la demanda de la empresa aumentan. En una configuración escalable, una opción común es optar por servidores con capacidad de expansión en diversos aspectos como:

  • Capacidad de procesamiento: escoger un servidor con opciones para agregar procesadores adicionales o con un diseño multi-núcleo permitirá manejar cargas de trabajo más pesadas y complejas a medida que la empresa crece.
  • Memoria RAM y almacenamiento: asegúrate de elegir un servidor con ranuras adicionales para agregar más módulos de memoria RAM a medida que tus aplicaciones y bases de datos requieran más espacio. Además, selecciona un servidor con suficientes bahías para agregar más unidades de almacenamiento a medida que tu empresa genere más datos.
  • Redundancia y tolerancia a fallos: un servidor escalable debe contar con opciones para configurar unidades en RAID (Redundant Array of Independent Disks), lo que proporciona redundancia y protección contra fallos en el almacenamiento de datos. Asimismo, tiene que ser compatible con fuentes de alimentación redundantes y ventilación adecuada.

Escoger una configuración escalable permite mantener un rendimiento óptimo a lo largo del tiempo y responder a las demandas cambiantes del negocio sin interrupciones ni tiempos de inactividad.

Seguridad y protección de los datos

Para asegurar la seguridad y protección de datos en el servidor, es importante considerar las características propias que debería tener tanto su hardware como su software, más allá del (los) sistema operativo que queramos desplegar. Algunas características que se encuentran en los más avanzados incluyen:

  • Módulo de Plataforma Segura (TPM): un módulo de plataforma segura es un chip integrado en la placa base del servidor que proporciona capacidades de cifrado y almacenamiento seguro de claves.
  • Mecanismos de protección del hardware: los servidores modernos suelen incluir tecnologías de seguridad a nivel de hardware, como la ejecución protegida (Intel XD o AMD NX) y la prevención de ejecución de datos (DEP), que ayudan a evitar que código malicioso se ejecute en áreas de memoria no autorizadas.
  • Gestión remota segura: el servidor debe contar con una interfaz de gestión remota segura, como Integrated Lights-Out (iLO) Esta interfaz permiten administrar el servidor de forma remota y, por lo tanto, es crucial asegurar que estén protegidas con contraseñas fuertes y autenticación de doble factor.
  • Mecanismos de encriptación: disponer de mecanismos de encriptación a nivel de disco o en las comunicaciones del servidor ayuda a proteger los datos almacenados y transmitidos. La encriptación de datos sensibles garantiza que incluso en caso de acceso no autorizado, los datos permanezcan inaccesibles para terceros.

Análisis de costes y eficiencia energética

El análisis de costes y eficiencia energética es fundamental al seleccionar un servidor para tu empresa, ya que puede tener un impacto significativo en el presupuesto operativo y en la sostenibilidad ambiental de la organización. Algunas consideraciones que podemos tener en cuenta además del coste inicial de adquisición y la capacidad para escalar que hemos visto antes, son:

  • Consumo de energía: para evaluar la eficiencia energética resulta interesante optar por servidores que estén certificados por estándares como ENERGY STAR o 80 PLUS, que  garantizan que operan con menor consumo de energía y, por lo tanto, reducen los costes a largo plazo.
  • Gestión de energía: en este punto resulta interesante verificar si el servidor ofrece funciones de gestión de energía, como la capacidad de ajustar el consumo según la carga de trabajo o poner en modo de suspensión componentes inactivos. Estas funciones pueden ayudar a disminuir el consumo de energía en momentos de menor actividad y reducir los costes operativos.
  • Ciclo de vida: también es interesante considerar el ciclo de vida del servidor y los costes de mantenimiento a lo largo del tiempo tanto preventivo como correctivo. Un servidor de más calidad y confiabilidad puede implicar menos costes asociados a su mantenimiento a largo plazo.
  • Eficiencia (física) en el centro de datos: el tamaño y la densidad de los servidores pueden jugar un papel importante si tenemos limitaciones de espacio en el CPD. Un servidor compacto o con alta densidad de recursos puede ahorrar costes relacionados con el espacio físico y el enfriamiento.

Integración con la nube y futuras tecnologías

La integración con la nube es cada vez más relevante para las empresas que buscan flexibilidad y agilidad en su infraestructura. Resulta por lo tanto básico el asegurarse de que el servidor pueda integrarse fácilmente con plataformas de nube que tu empresa utilice o esté considerando adoptar en el futuro. La capacidad de utilizar recursos en la nube de manera complementaria con tu infraestructura local puede ser un factor determinante para el crecimiento y la eficiencia de tu empresa.

Asegúrate de que el servidor sea compatible con los principales servicios en la nube, lo que permitirá una gestión más eficiente de datos y recursos, y evalúa su capacidad de escalar dinámicamente en función de la demanda. La compatibilidad con tecnologías de contenedores y orquestación, como Docker y Kubernetes, facilitará la agilidad en el despliegue de aplicaciones y mejorará la escalabilidad en el desarrollo. Además, verifica las medidas de seguridad específicas para entornos de nube, garantizando la protección de los datos empresariales cloud.

Asimismo, considera cómo el servidor puede adaptarse a futuras tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático. Aunque tu empresa no esté utilizando estas tecnologías actualmente, es importante que el servidor esté preparado para adoptarlas en el futuro. Finalmente, asegúrate de que el servidor pueda recibir actualizaciones y expansiones para mantenerse actualizado con las últimas tendencias y requerimientos tecnológicos

Soporte técnico

Por último merece la pena tener en cuenta que un servidor no deja de ser una inversión significativa, por lo que contar con un buen soporte técnico y garantías del fabricante, pueden ofrecernos un extra de tranquilidad en caso de encarar problemas o fallos.

En este sentido, un proveedor confiable debe ofrecer un soporte técnico accesible y eficiente que esté disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esto garantiza que cualquier problema o consulta pueda ser atendido rápidamente, minimizando el tiempo de inactividad y asegurando una operación fluida.

Además, es crucial revisar las garantías proporcionadas por el fabricante del servidor, asegurándose de que cubran un período adecuado y considerando opciones para extender la cobertura a largo plazo.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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