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España mal en ADSL en Europa

Las conexiones de banda ancha españolas siguen mostrándose como las más débiles de Europa, de hecho sólo Luxemburgo está por detrás de nosotros en cuanto a velocidad media. España dispone de una media de acceso a Internet de 2,4 mbps. Según los datos de Akamai en su informe «The State of the Internet» de 2009, ocupamos el penúltimo puesto en cuanto a velocidad de acceso a la Red de redes dentro del viejo continente.

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Las conexiones de banda ancha españolas siguen mostrándose como las más débiles de Europa, de hecho sólo Luxemburgo está por detrás de nosotros en cuanto a velocidad media. España dispone de una media de acceso a Internet de 2,4 mbps. Según los datos de Akamai en su informe «The State of the Internet» de 2009, ocupamos el penúltimo puesto en cuanto a velocidad de acceso a la Red de redes dentro del viejo continente.

 

El informe “The State of the Internet” del tercer trimestre de 2009 hace uso del tráfico de datos que fluye por los más de 56.000 servidores de Akamai en más de 70 países. Como dato de peso de la compañía Akamai, el 85% de los internautas están a un sólo salto de un servidor Akamai. El informe es bastante extenso y os dejamos algunas de las conclusiones que más competen a España.

 

 

España hace uso de 10,4 millones de direcciones IP únicas, eso viene a ser a grosso modo una dirección cada cuatro habitantes. El procentaje es bajo si lo comparamos por ejemplo con Noruega, una dirección IP cada dos habitantes. Otro de los datos y quizá el más preocupante es que España dispone de una media de velocidad de conexión a Internet de 2,4 mpbs. De los 19 países europeos en los que opera la compañía, sólo Luxemburgo ofrece peores cifras.

Sólo el 3,4% de las líneas supera 5 mbps que si comparamos con Portugal, 17%, o bien Suecia, 42%, deja clara la posición en la que estamos respecto al acceso de banda ancha en Europa. El 55% de las líneas españolas se encuentran por encima de los 2 mbps, pero las comparaciones porcentuales también muestran la cruda realidad. 

 

Si al menos el precio acompañase tales cifras, pero resulta que España tiene uno de los precios más elevados de banda ancha de Europa.

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