Los proveedores de cloud se defienden de la NSA

Las empresas de cloud computing estadounidenses viven en una lucha eterna en contra del gobierno. La razón, la privacidad de los datos que se almacenan en sus servidores o que pasan por sus redes y que se han visto comprometidas tras el destape de la NSA.

Según leemos en Network World, durante años, en los mercados de Europa Occidental, los proveedores de cloud (tan grandes como Google o Microsoft) han tratado de suavizar las preocupaciones de sus clientes de la zona. Éstos se encontraban alarmados debido a leyes como la Patriota que permiten al gobierno de Estados Unidos acceder a los datos almacenados en empresas estadounidense. Para protegerse varios países decidieron llevar acabo políticas proteccionistas en las que se protege el flujo de los datos o que exigen una alojamiento local de los mismos.

A pesar de todo el gobierno de los Estados Unidos no se sintió, ni mucho menos, amenazado. Hasta que se destapó el caso Snowden. Según Daniel Castro, analista de la fundación para información tecnológica e innovación:

Después de estas revelaciones la gente empezó a decir: bueno ¿qué va a pasar? Todo el mundo estaba enfadado y empezaba a decir ¿podemos confiarle nuestros datos a los Estados Unidos? Hemos tenido estas conversaciones antes, especialmente sobre la Ley Patriota. Sabíamos que otros países han estado usando este argumento durante mucho tiempo, pero de repente obtuvieron una carta ganadora. De repente tienen algo muy claro para señalar y decir «esta es la razón por la que usted no debe usar Google. Es por esto que usted no tiene que contratar cualquier empresa estadounidense«

Castro es el autor de un famoso informe en el que se cuantifican los ingresos que las empresas de cloud americanas podrían perder si la Casa Blanca o el Congreso no toman medidas drásticas para frenar las operaciones de inteligencia de la NSA. Castro calcula que las empresas podrían perder unos ingresos potenciales de entre 22.000 millones de dólares y 35.000 durante los próximos tres años y según el, estos cálculos son bastante conservadores.

«Repetidamente vemos compañías que dicen que somos nosotros los que estamos en la primera línea de defensa de esto» dijo Castro » las empresas estadounidense no pueden resolver este problema y este es nuestro mayor reto en estos momentos«.

Es entonces cuando las firmas más afectadas le plantan cara al gobierno. Muchas tecnológicas han movilizado sus equipos legales y políticos en respuesta a las revelaciones de la NSA. Esta es una tarea que las tecnológicas llevan un tiempo preparando, desde el principio empezaron a presionar al gobierno para que les dejara publicar más información sobre la naturaleza y el alcance de las solicitud de información que reciben del gobierno y cual es la naturaleza de sus respuestas. 

Entonces, en octubre, comenzaron a surgir rumores que apuntaban que la NSA había hackeado las conexiones entre los centros de datos de Goolge y Yahoo en las que se detallaba un enorme trabajo de recopilación de datos que parecía operar al margen de la ley estadounidense.

«Aquí fue cuando las empresas realmente se enfadaron» dijo Kevin Bankston director del Open Technology Institute de la Fundación New America.

En un esfuerzo por acabar con esta situación varias empresas se unieron para formar una coalición «reforma de la vigilancia del gobierno«, que defiende una serie de principios que limitaría a las autoridades federales e introduciría una nueva supervisión y medidas de control.