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Desarrolla con éxito un proyecto de Internet of Things

El Internet of Things consiste en un ecosistema que permite que múltiples dispositivos estén conectados con nosotros.

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La Transformación Digital es un fenómeno que afecta a cualquier área de nuestra vida. No sólo necesitamos estar conectados gracias a un smartphone o un tablet, vamos más allá, precisamos de un ecosistema que sea capaz de responder a nuestras necesidades. Este ecosistema lo crea Internet of Things (IoT), una tecnología que consigue que las neveras, el aire acondicionado, el horno…, prácticamente todo esté conectado con nosotros y además aprenda de nuestros movimientos y comportamiento.

El último estudio de Juniper Reseach calculaba que para el año 2020 habrá 38.200 millones de dispositivos conectados. Un aumento respecto al pronóstico de Gartner que para 2020 apuntaba una cifra de 25.000 millones. Este aumento revela la variedad de aplicaciones y servicios que podrán ofrecer estas interconexiones.

Gartner también calcula que estos nuevos dispositivos generarán nuevos partners de software que ingresarán el 20% de su negocio gracias a la conexión de dispositivos.

En el caso de HP, su último informe sobre Internet of Things recordaba que los dispositivos que estén dentro del sistema IoT tendrán más información sobre nosotros y acceso a nuestros datos personales más sensibles, como el número de nuestra seguridad social o información bancaria. De esta forma, según aumenten los dispositivos conectados crecerán los problemas de seguridad.

Por eso, cuando se desarrolla un nuevo proyecto relacionado con IoT es vital no perder de vista la seguridad, pero existen otras áreas fundamentales que se deben tener en cuenta si se quiere asegurar una implementación exitosa de una proyecto de esta naturaleza.

En Gartner, el investigador Benoit J. Lheureux explica que no existe una «lista corta» de las competencias fundamentales, pero si áreas cruciales en las que no se puede fallar.

Control de dispositivos. No podrás controlar todos los datos si no haces lo propio con los dispositivos, por lo que es vital asegurar esta parte.

Control de la información. Los datos que recoge IoT están distribuidos, son voluminosos y continuos, por lo que la manera de capturarlos y analizarlos debe ser eficiente, organizada y controlada.

Analítica: La inteligencia operativa mejorada, que aumenta los resultados de negocio, supone un punto central en los proyectos de IoT. Se necesita análisis profundo y control de la localización, ya que será la clave para aumentar nuestro ROI.

Integración: Independientemente de la tipología del proyecto, la tecnología IoT implica que siempre habrá alguna conexión con las aplicaciones principales de las empresas, sus procesos y sus datos.

Seguridad: Como hemos dicho al principio, el fenómeno IoT multiplica las necesidad de seguridad. Es necesario evaluar riesgos e invertir para proteger redes, plataformas, aplicaciones y datos.

Imagen: Shutterstock

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