Amazon estrena nuevo modelo de drone en el Cyber Monday

Hace ya un par de años, Amazon anunció que iniciaba las pruebas de un nuevo sistema de distribución de pedidos que, en el momento, todavía sonaba un poco a ciencia ficción: distribución a través de drones. Sí, esos aparatos que, aunque empezaban a ser contemplados como herramientas de trabajo, todavía tenían mucho más de juguete que de “cosa seria”. En aquel momento, la propuesta de la empresa de Bezos consistía en un octacóptero (un dispositivo con ocho hélices dispuestas horizontalmente), el diseño más común para dispositivos con la necesidad de realizar despegues y aterrizajes en vertical (de modo similar a un helicóptero).

Y ahora, entre los últimos coletazos del Black Friday y un más que prometedor (en lo que se refiere a las ventas) Cyber Monday, Forbes informa que Amazon acaba de presentar su nuevo modelo de drones de distribución de pedidos.

Lo primero que llama la atención es, sin duda, su diseño. A diferencia del modelo anterior, en este caso su diseño recuerda más al de un avión que al de un helicóptero. Cuenta tanto con hélices horizontales como verticales, con lo que combina la posibilidad de despegue y aterrizaje en vertical (yo que ya comentábamos que es imprescindible en un dispositivo para entregas a domicilio), con otras de empuje horizontal. Éstas, sumadas a la gran cantidad de planos y superficies estabilizadoras con las que cuenta (especialmente llamativo es ese “bigote” frontal), apunta a que será capaz de desarrollar mayor velocidad que su predecesor y, lo que también es muy importante, reducir significativamente su consumo eléctrico. Y tanto es así que los nuevos drones de Amazon serán capaces, según la compañía, de realizar vuelos de hasta 15 millas y de alcanzar una altitud de hasta 400 pies. Todo, con el fin de ser capaz de realizar entregas de compras en media hora.

La velocidad en las entregas es, indudablemente, una de las grandes prioridades de Amazon. Su servicio Premium (con tarifa plana en los costes de envío) eliminó uno de los principales elementos disuasorios para muchos potenciales compradores online: los gastos de envío. Con una cuota anual de 19,95 euros, todos los pedidos realizados quedan libres de gastos de envío (para la modalidad estándar). Y por un sobrecoste adicional, se pueden hacer pedidos un día y recibirlos el día siguiente, lo que también acaba con otro elemento que también retrae a muchos usuarios de hacer compras online: los plazos de entrega. Está claro que la visión de Bezos está muy clara (y está resultando bastante acertada), compras muy sencillas (con la opción de compra con un solo click) y entregas económicas y muy rápidas. Y con la posibilidad de emplear un sistema de drones, los plazos de entrega se pueden reducir todavía más, ofreciendo la posibilidad de entregar un libro, unos zapatos u otros productos de pequeño tamaño, en el mismo tiempo en que se recibe una pizza.

No obstante, la proliferación de este tipo de sistemas de transporte y distribución apunta a un potencial problema: la saturación del espacio aéreo en la franja comprendida entre los 200 y los 400 pies, un espacio que, hasta el momento, no cuenta con una regulación específica, con los riegos que ello conlleva. Cada vez son más las voces que piden que, para evitar los más que predecibles problemas, se proceda a regularizar su uso. Ya en el mes de julio Gur Kimchi, principal responsable de Amazon Prime Air (el servicio de distribución de Amazon mediante drones) planteó, en una conferencia en el centro de investigación de la NASA en Mountain View (California) la necesidad de esta regulación. Así, tanto por aquella petición como por esta evolución de los drones de Amazon, parece que la apuesta por este nuevo sistema de distribución realizada por el gigante de la venta online va mucho, mucho más en serio de lo que podía parecer hace sólo un par de años.

Imagen: Amazon para Forbes