¿Quieres probar un ordenador cuántico? IBM te deja el suyo

El foco informativo sobre la innovación tecnológica se centra, actualmente, en Big data, Internet de las Cosas y la conectividad global. Sin embargo, y aunque todavía en un estado muy básico, hay laboratorios como los de IBM en los que desde hace ya tiempo se trabaja en otra revolución que, de alcanzar el nivel de desarrollo deseado, puede dejar en pañales al resto. Hablo, claro, de la computación cuántica, un concepto muy difícil de entender sin algunas nociones de física cuántica, pero que acabaría con las limitaciones inherentes al proceso secuencial de determinadas operaciones, permitiendo que se pudieran efectuar de manera simultánea, en base al principio de superposición. La promesa de una capacidad así, hace que empresas como el gigante azul hayan efectuado una ambiciosa apuesta por el desarrollo de esta tecnología.

Así, aunque todavía falta mucho tiempo hasta que veamos ordenadores cuánticos «serios», IBM ha dado un interesante salto creando Quantum Experience, una plataforma en la nube a través de la cual los investigadores interesados en ello podrán emplear un sistema cuántico de 5 qubits (equivalentes en informática cuántica al bit, la unidad mínima de información).

Aunque, evidentemente, se trata de una capacidad de proceso ínfima, esta iniciativa supondrá, para muchos, el primer contacto con la computación cuántica, y una excelente herramienta para poder empezar a conocer cómo funcionan estos sistemas, y cómo aprovechar su singularidad de todas las maneras posibles. Y lo más interesante es que no estamos hablando, por así decirlo, de un simulador. El servicio ofrece acceso a un dispositivo real que se encuentra en un laboratorio de investigación de IBM en Nueva York, y los usuarios que accedan al mismo podrán crear sus propios programas y ejecutarlos en el sistema.

Desde su punto actual, con sistemas como el que IBM permite ahora emplear a todos los interesados en ello, hasta que los ordenadores cuánticos sean una realidad plenamente desarrollada, todavía tiene que pasar mucho tiempo, y se tienen que encontrar soluciones a problemas terriblemente complejos. No obstante, aún recuerdo que la primera vez que leí sobre el concepto mismo de la computación cuántica, imaginar un simple qubit ya sonaba a ciencia ficción. Ahora, la pregunta ya no es si lo veremos o no en décadas, sino cuántas pasarán hasta que lo veamos.

Imagen: IBM