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¿Peligra el Mobile World Congress por la situación política de Cataluña?

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Mobile World Congress

Que las aguas en Cataluña están más agitadas que nunca es algo que sabe cualquier persona que no viva en medio del campo y totalmente aislada de la sociedad. El desafío independentista planteado por Junts pel Sí de momento solo ha servido para alcanzar un enconamiento en las posiciones por ambas partes, y una polarización por parte de la ciudadanía en general, que analizado con un poco de perspectiva solo puede generar una enorme tristeza y, desde luego, una firme repulsa. Centrándonos más en el mundo TIC, que es lo que nos hace confluir aquí, ya publicamos hace unos días un artículo sobre cuáles podrían ser las consecuencias de una DUI y, en el peor de los casos, una independencia a medias, semi-independencia o cómo queramos llamarlo.

Lo interesante es que uno de los riesgos más «cercanos» (pues podría cumplirse incluso en la situación actual) que planeamos en ese artículo era la posible marcha del Mobile World Congress de Barcelona, si su entidad organizadora, la GSMA, consideraba que la ciudad condal dejaba de cumplir las condiciones necesarias para albergar este encuentro que, recordemos, es el más importante del mundo en su categoría. ¿Y qué es lo interesante? Pues que, ante ese temor generalizado, la GSMA ha hecho pública una declaración de tres párrafos, que reproducimos a continuación:

La GSMA tiene un acuerdo con los socios de la ciudad de Barcelona que hacen de Barcelona la Mobile World Capital y la sede del GSMA Mobile World Congress hasta el año 2023.

La edición 2018 del Mobile World Congress se celebrará en Barcelona del 26 de febrero al 1 de marzo de 2018.

La GSMA continúa monitorizando la situación en España y Cataluña y evaluando cualquier impacto potencial para la Mobile World Capital y el Mobile World Congress.

En principio, la conclusión parece clara: de momento la GSMA mantiene en firme la celebración del Mobile de 2018 en Barcelona, y además recuerda la existencia de un acuerdo entre las partes implicadas para mantener la ciudad como anfitriona del evento, como mínimo, hasta 2023. Ese es el dulce sabor de boca que queda tras leer los dos primeros párrafos…

Pero entonces llegamos al tercero, esa mención explícita sobre el control constante que, por parte de la organización, se mantiene sobre la situación actual. ¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo: que la incertidumbre actual, y que tiene su origen en el referendum y en la DUI, obliga a las empresas a mantenerse muy a la escucha, en espera de futuros e imprevisibles movimientos. Faltan menos de 24 horas para que el molt honorable president, de respuesta a la comunicación recibida desde Moncloa, una respuesta que espera con atención no solo el ejecutivo, no, también miles de agentes que, como en el caso de la GSMA, tienen la capacidad (y puede que hasta la necesidad) de, en base a las circunstancias, optar por abandonar tierras catalanas, en busca de entornos más estables.

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