Banco de Japón: «la moneda virtual no va a sustituir a la física a corto plazo»

La tecnología está causando un profundo impacto en el sector financiero, con novedades como las monedas virtuales, o criptomonedas, ganando cada vez más peso. Pero al contrario de lo que algunos puedan pensar, no parece que el dinero físico vaya a desaparecer por su culpa. Al menos, según Reuters, es lo que opinan en el seno del Banco de Japón.

Así lo ha manifestado uno de sus principales directivos, Hiromi Yamaoka, durante su participación en un foro sobre innovación en finanzar. Yamaoka, que es el responsable del departamento de sistemas de pago y liquidación de la entidad nipona, afirma literalmente, que el momento en el que desaparecerán las monedas físicas para dar paso a las virtuales «está bastante lejos«. También, que si el cambio se produjese a corto plazo, «modificaría el sistema bancario demasiado drásticamente«.

Japón se ha convertido en uno de los países que más están apostando por el sector de la tecnología financiera, conocido popularmente como fintech. Incluso su gobierno ha reconocido al Bitcoin este mismo año como moneda legal, y ha dado su aprobación para que algunas empresas funcionen como operadoras de intercambio de criptomonedas.

El año pasado, el Banco de Japón puso en marcha una división encargada de todo lo relacionado con el fintech, con el objetivo de ofrecer consejo a los bancos que quieran buscar nuevas oportunidades de negocio. Además, se asoció con el Banco Central Europeo para estudiar tecnologías de cadena distribuida, como el Blockchain. Fruto de ese estudio, ambas entidades llegaron a la conclusión de que el Blockchain no estaba lo bastante maduro como para ser la base de los principales sistemas de pago. Según Yamaoka, esta tecnología está todavía desarrollándose.

Mientras tanto, las entidades financieras utilizan sistemas fintech para hacer que sus servicios financieros sean más eficaces, a base de herramientas como apps y de utilizar Inteligencia Artificial en servicios de asesoría. Y esperan que la tecnología Blockchain, una vez esté más desarrollada, pueda contribuir a la rebaja de los costes y la complejidad de determinados procesos, como los pagos internacionales y los pactos de niveles de seguridad.