Apple se enfrenta a varias demandas tras admitir que ralentiza los iPhone antiguos

Tras admitir que ralentiza a propósito los modelos antiguos de su smartphone iPhone, Apple se enfrenta a varias demandas por ello. En efecto, según Reuters, desde el momento en que Apple admitió que ralentiza los teléfonos antiguos cuando el rendimiento de su batería baja, hace una semana, ya se han interpuesto ocho demandas contra la compañía en varios tribunales estadounidenses. Las demandas, presentadas ante tribunales de los estados de California, Nueva York e Illinois, son todas colectivas, y pretenden representar a los millones de propietarios de iPhone del país.

Pero no sólo en Estados Unidos se han demandado a Apple por este motivo. En un tribunal israelí se ha presentado otra parecida a principios de esta semana. Mientras, los de Cupertino no han querido hacer declaraciones sobre estas denuncias, que tienen su origen en unas declaraciones de la empresa en las que reconocían por primera vez que las actualizaciones lanzadas desde el año pasado para los modelos de iPhone 6, 6x, SE y 76 incluyen una función que «suaviza» el suministro de energía para baterías que estén frías, sean antiguas o tengan un nivel bajo.

Según la compañía, este ajuste se hizo para evitar que los teléfonos que no la lleven se apaguen de repente debida a una medida preventiva que evita que los componentes del teléfono se averíen. El reconocimiento de la puesta en marcha de esta medida que ralentiza los iPhone antiguos se hizo después de que un análisis de Primate Labs, compañía que ha desarrollado una herramienta de medición del rendimiento de iPhone, identificase irregularidades en la velocidad del procesador. La empresa llegó a la conclusión de que estas irregularidades se debían a un cambio en el software.

Una de las demandas presentadas, cursada el pasado jueves en San Francisco, afirma que la incapacidad de las baterías para gestionar la demanda generada por las velocidades del procesador sin el parche de software se trata en realidad de un defecto. En su texto se puede leer que «en lugar de solucionar el defecto de la batería proporcionando una sustitución de la batería de manera gratuita a todos los iPhones afectados, Apple ha intentado enmascarar el defecto«.

El problema, tal como se ve ahora, es que los usuarios han culpado a lo largo del último año a un procesador antiguo por los cierres de las apps y el rendimiento pobre. Y muchos decidieron comprar un teléfono nuevo. Mientras, el verdadero origen del problema puede haber sido una batería que debería haber sido cambiada por una parte de lo que cuesta un móvil nuevo. Es lo que alegan algunas de las demandas. Todas ellas piden una compensación sin especificar por daños, y en algunos casos, el reembolso del precio del terminal. Además, dos de las demandas pretenden que se dicten órdenes judiciales que impidan que Apple pueda modificar la velocidad de los iPhone o que en el futuro, para poder tomar medidas como esta, tenga que notificarlo a los usuarios.