Uganda ha establecido un impuesto al uso de redes sociales

Las redes sociales se han convertido en una pieza fundamental de la sociedad actual, tanto para empresas como para particulares, que pueden expresarse de forma libre y pública con la única limitación de cumplir sus condiciones de uso.

Para algunos las redes sociales son casi un derecho, algo maravilloso que debe protegerse y mantenerse en ese formato libre que tienen actualmente, pero otros no están de acuerdo con esa perspectiva y creen que hay que poner limitaciones. Ya tuvimos ocasión de hablar de este tema hace unas semanas cuando vimos que Reino Unido quería evitar que Internet se convierta en «el Salvaje Oeste».

La idea de fijar una regulación mínima tanto en Internet como en el uso de las redes sociales no es algo nuevo, pero Uganda ha llevado esta cuestión a otro nivel al imponer un impuesto que grava el uso de aquellas sobre una base diaria.

El parlamento del país ha confirmado la entrada en vigor desde el día 1 de junio de un impuesto que tendrá un coste diario de 5 centavos (0,05 dólares) para todos aquellos que utilicen las redes sociales. Si un ugandés utiliza una red social todos los días de un mes tendría que pagar un total de 1,5 dólares, cifra que al año habría acumulado un total de 18 dólares.

En su defensa el ejecutivo de Uganda ha dicho que los «cotilleos» y las noticias falsas que se expanden a través de las redes sociales le cuestan mucho dinero, y que con este impuesto no sólo podrán financiar esos gastos sino que además tendrán un recurso extra con el que mejorar la infraestructura del país para llevar electricidad a más hogares.

Muchos habitantes y medios locales consideran que esto es sólo una excusa para justificar la imposición de una medida para limitar el acceso a las redes sociales y reducir las críticas al gobierno vertidas a través de ellas, aunque su efectividad está en tela de juicio ya que desconocemos cómo tienen pensado monitorizar a los ciudadanos para aplicar de forma efectiva esta ley.