ZTE elige nuevos directivos y CEO para cumplir con las medidas impuestas por EEUU

Una de las medidas que tenían que cumplir en ZTE para conseguir que Estados Unidos levantase el veto impuesto a la compañía, que establece que entre otras cosas, las empresas estadounidenses no pueden vender componentes ni material a ZTE durante un periodo de siete años, era renovar su junta directiva. Y la empresa, que además debe pagar unos 1.000 millones de sanción por saltarse las sanciones impuestas a Irán y Corea del Norte, acaba de hacerlo. Según Cnet, ZTE ya tiene un CEO y varios directivos nuevos.

El nuevo responsable de la compañía será Xu Ziyang, que hasta ahora era el responsable de la división alemana de la empresa. Además, ZTE contará con tres nuevos vicepresidentes: Wang Xiyu, Gu Junying y Li Ying. Este último ha sido nombrado también responsable financiero (CFO) de la empresa. Así, abandonan su puesto el que hasta ahora era su CEO, Zhao Xianming, y otros cinco vicepresidentes de la empresa: Xu Huijun, Zhang Zhenhui, Pang Shengqing, Xiong Hui y Shao Weilin.

Estos nuevos puestos que acaban de anunciarse sigue al nombramiento de nuevos miembros de su junta directiva, que ahora está liderada por un nuevo Presidente: Li Zixue, que sustituyó al anterior, Yin Yimin.

ZTE prometió renovar su dirección en un plazo máximo de 30 días el pasado mes de junio, y estos cambios muestran que han cumplido su promesa. Mientras, la compañía ha recibido una autorización temporal para poder realizar determinadas operaciones en Estados Unidos hasta el próximo 2 de agosto. Se trata únicamente de labores de mantenimiento y renovación de diversas redes y equipamiento. También podrán enviar autorizaciones de software a smartphones y dispositivos que hubiesen vendido allí. Pero lo que no podrán hacer es firmar nuevos contratos o realizar operaciones nuevas.

Con esta autorización, que puede llegar antes del levantamiento definitivo de la sanción, se suavizan algo los problemas que estaba atravesando ZTE como resultado de esta sanción. No sólo en Estados Unidos, donde tuvo que despedir a buena parte de su plantilla. También en el resto del mundo, ya que la compañía no tuvo más remedio que suspender sus operaciones el pasado mes de abril. Esto se debe a que en ZTE dependen en gran medida de fabricantes estadounidenses para obtener sus principales componentes.