HPE anuncia Aitken, la supercomputadora de NASA para el regreso a la Luna

Hewlett Packard Enterprise (HPE) ha anunciado la construcción de Aitken, una nueva supercomputadora para NASA que será clave en el regreso del hombre a la Luna bajo el programa Artemis. 

Aitken será instalado en la nueva instalación de computación y almacenamiento del Centro de Investigación Ames de Silicon Valley. Está basada en un enfoque de Centro de Datos Modulares (MDC) que la NASA ha desarrollado conjuntamente con HPE para una mayor eficiencia y será utilizada por más de 1.500 científicos e investigadores de la agencia, industria y universidades. 

La supercomputadora será precisamente el primer módulo de una planta que tiene el potencial de expandirse hasta un número de 16. Su sistema de enfriamiento consiste en una combinación de «aire exterior, ventiladores y un sistema de circulación de agua» que reemplaza la necesidad de una torre de enfriamiento y con ello el uso de millones de litros de agua.

Aitken tiene su base en en los SGI 8600 de HPE. Un clúster de alta densidad con nodos informáticos que contienen procesadores escalables Intel Xeon de segunda generación y la red InfiniBand de Mellanox. La supercomputadora tiene un total de 1.150 nodos y 221 Tbytes de memoria. Cada uno de estos nodos incluye CPUs de 20 núcleos sin aceleradores CPGPU.

Tendrá una potencia considerable para ser una máquina específicamente dedicada al programa lunar. Con 3,69 PFLOPS, se encuadraría en el puesto 55 del último listado Top-500 de supercomputadoras. 

Volvemos a la Luna

Aitken será una de las máquinas fundamentales para el regreso del hombre a la Luna, ya que será la encargada de realizar las simulaciones de entrada, descenso y aterrizaje del programa Artemis de la NASA, nombrado en honor a la diosa y hermana gemela de Apolo debido a que incluirá por primera vez mujeres en su tripulación.

La supercomputadora tendrá que adelantarse a los movimientos de la nave espacial Orion, la nueva cápsula reutilizable y multipropósito que también servirá para la exploración de Marte. El anuncio de su finalización fue realizado por el administrador de NASA, Jim Bridenstine, en plena celebración del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Y no es casual, ya que Orion es sucesora directa de las nave Apollo utilizadas en los años 60 y 70, pero con las tecnologías actuales.

La nave espacial Orion está compuesta de dos partes principales: el módulo de tripulación(CM) de forma cónica y el módulo de servicio (SM) de forma cilíndrica, que contiene el sistema de propulsión de la nave y los suministros prescindibles. El contratista principal es Lockheed Martin y su desarrollo ha contado con otras empresas privadas y públicas, porque el módulo de servicio ha sido aportado por la Agencia Espacial Europea. «Una oportunidad para dar un gran paso adelante para toda la humanidad», declaró Bridenstine.