China ve poco probable un acuerdo con Estados Unidos que resuelva la guerra comercial

El inicio de las negociaciones entre China y Estados Unidos para buscar un principio de acuerdo que permita resolver, en todo o en parte, la guerra comercial que libran ambos países ha empezado con mal pie, hasta tal punto que ni siquiera los expertos están seguros de que puedan llegar a servir para algo.

Quizá suene exagerado, pero tiene una explicación muy clara y muy realista. Hace un par de días vimos que Estados Unidos había pensado que era una buena idea ampliar el veto a empresas e instituciones chinas añadiendo un total de 28 nombres más a su lista negra, un movimiento que, como cabía esperar, no ha sentado nada bien a China.

Los oficiales que ha enviado el ejecutivo de Xi Jinping a negociar han rebajado sus expectativas de cara a la consecución de un acuerdo con Estados Unidos, y afrontan esas negociaciones con un clima de tensión que resulta cada vez peor. Si no se produce un acuerdo con esta ronda de negociaciones los aranceles de Trump afectarán prácticamente a casi todas las importaciones que tengan su origen en China.

Obvia decir que las consecuencias de esto podrían ser desastrosas no solo para las empresas que dependen, de una manera u otra, de suministros que tiene su origen en dicho país, o de la cadena de montaje y fabricación china que, como sabemos, es una de las más especializadas y más «baratas» del mundo, sino también para los consumidores, ya que los precios de muchos productos podrían subir de manera desorbitada.

Trump ya ha manifestado en muchas ocasiones que quiere cerrar un trato y que «no le gustan los aranceles», pero el problema es que sus objetivos parecen demasiado ambiciosos y China no está dispuesta a ceder a ellos. Scott Kennedy, experto en comercio y miembro del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, ha confirmado que nunca ha visto a China hacer concesiones comerciales con un país que la ha tratado con tanta dureza, así que no espera que las negociaciones lleguen a buen puerto.

Hay que matizar que, a pesar de todo, la Administración Trump ha querido volver a mostrar un poco de «buena fe» a China permitiendo que algunas empresas estadounidenses vuelvan a suministrar productos «no estratégicos» a Huawei, una decisión que según el Departamento de Comercio de Estados Unidos todavía no ha sido ejecutada. ¿Será suficiente para que China esté dispuesta a hacer algunas concesiones? Lo veremos.