El 74% de empresas planea pasar a teletrabajo a algunos empleados tras el COVID-19

La crisis del coronavirus no solo está sirviendo para poner a prueba la capacidad de muchas empresas para pasar toda su actividad o la gran mayoría de la misma a trabajo en remoto. También para, a tenor de cómo están saliendo las cosas en esta experiencia de teletrabajo masivo, para que sus directivos tomen decisiones sobre el trabajo remoto en la compañía cuando termine el confinamiento y la crisis del coronavirus.

Así, según Gartner, un 74% de compañías que han participado en una encuesta sobre el teletrabajo realizada el pasado 30 de marzo han manifestado que tienen la intención de pasar al menos al 5% de su plantilla, que hasta ahora trabajaban en sus oficinas, a teletrabajar de manera permanente. La encuesta se ha realizado entre 317 CFOs y responsables de finanzas de diversas compañías.

El trabajo remoto es un ejemplo de ahorro de costes que los responsables de finanzas de las empresas están valorando para evitar más recortes e intentar minimizar los impactos de la crisis. Eso sí, los CFO encuestados ya habían manifestado que iban a adoptar medidas para apoyar a los empleados en el teletrabajo mediante el ajuste a horarios de trabajo más flexibles, además de proporcionarles equipos de trabajo preparados para trabajar desde casa. Todo esto puede ayudar a minimizar los obstáculos que puedan encontrar los trabajadores como resultado de la crisis.

Según Alexander Bant, Vicepresidente de investigación del grupo de Práctica financiera de Gartner «estos datos son un ejemplo del impacto duradero que la crisis actual del coronavirus tendrá en el modo que las empresas hacen negocios. Los CFOs, ya bajo presión para gestionar con firmeza los costes, están viendo en esto una oportunidad para percibir los beneficios en cuanto a costes de una plantilla remota. De hecho, casi la cuarta parte de los que han respondido a la encuesta han manifestado que pasarán al menos al 20% de empleados presenciales a posiciones remotas permanentes«.

Bant también ha señalado que «la mayoría de CFOs reconocen que la tecnología y la sociedad han evolucionado para hacer que el trabajo remoto sea más viable para más puestos que nunca. En la propia función de finanzas, el 90% de CFOs asegura que esperan mínimas dificultades en el proceso de cierre de sus cuentas, y que son capaces de ejecutar en remoto prácticamente todas sus actividades«.

Mientras las empresas siguen abordando las dificultades que están teniendo a causa de la crisis del COVID-10, el trabajo permanente en remoto podría complementar medidas de rebaja de costes que los CFOs ya han tomado o planean poner en marcha. De hecho, en la encuesta de Gartner más reciente, el 20% de los encuestados indicaron que habían aplazado la inversión en tecnología para las sedes de la empresa, mientras que un 12% tenían planes de hacer lo mismo. Otro 13% de los encuestados manifestaron que habían hecho rebajas en gastos en oficinas, y otro 9% tiene planes de tomar medidas en la misma dirección en los próximos meses.