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Opinión

Las Administraciones Públicas ante el reto de la digitalización

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La pandemia ha impactado con fuerza en todos los ámbitos de nuestra sociedad. La Sanidad, la Educación, el Empleo, la Economía… han encajado un embate sin precedentes, que aún tardaremos en superar. Sin embargo, esta crisis global ha significado también un avance de al menos cinco años en el proceso de transformación digital de las empresas y, por supuesto, de las AAPP. 

Centrándonos en el Sector Público hay que reconocer que, en muchos casos, ha imperado el carácter, la capacidad de adaptación y la fuerte vocación de servicio de sus profesionales, que reaccionaron de forma diligente, habilitando todos los medios a su alcance para que la función pública no decayese durante el confinamiento derivado del primer estado de alarma. 

De repente y con la máxima urgencia, las AAPPs debieron recurrir a productos y servicios que no tenían previsto adquirir ni usar en el corto plazo, de modo que los empleados públicos pudieran trabajar en remoto con las mismas garantías de seguridad y eficacia que si estuvieran ejerciendo su labor desde su puesto presencial. 

Además de repercutir en las infraestructuras tecnológicas necesarias (licencias de productos de escritorios remotos, etc.), ésta fatal circunstancia ha impactado de lleno en aspectos organizativos y de procedimiento del sector público.

En el caso de la Sanidad observamos cómo, para evitar afluencias masivas en los centros de salud, los médicos y personal de Atención Primaria están atendiendo a sus pacientes vía telefónica. Repentinamente se “coló la teleasistencia sanitaria” en nuestras vidas, lo que nos ha permitido superar, de golpe, algunas resistencias que estaban demorando, “sine díe”, una serie de mejoras evidentes en las relaciones entre médicos, personal sanitario y pacientes.

Las restricciones de movilidad impactaron también en el ámbito educativo, donde se hizo patente la escasez de recursos y competencias digitales tanto entre los alumnos como entre los docentes. 

Y en el empleo…Si entre los años 2014 y 2019 se produjeron en España 36.141 ERTE’s que afectaron a 409.548 trabajadores, la pandemia ha desencadenado un sinfín de expedientes de regulación temporal de empleo. Solo en la primera semana del estado de alarma se produjeron, en Cataluña y Andalucía, casi los mismos (Cinco Días – 23/03/2020).

Ninguna organización estaba preparada para recibir una avalancha de solicitudes de tal magnitud en tan corto espacio de tiempo. No hubo más remedio que afrontar un reto que continúa hoy. Por eso es preciso seguir adelante, midiendo el alcance de las actuaciones realizadas para consolidar aquellas a las que se les aprecie recorrido y actualizar aquellas otras que han operado coyunturalmente pero que no se extenderán a medio o largo plazo.

AAPP, modernizarse y colaborar para avanzar

Aunque las Administraciones Públicas llevan tiempo adaptándose a la evolución de los distintos sectores (socio sanitario, educativo, transporte, etc) para abordar las demandas de los ciudadanos a los que sirven, ahora, más que nunca, deben prepararse para tomar las riendas de su futuro.

Con fecha 31 de diciembre de 2020 se ha publicado el Real Decreto-Ley 36/2020, por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública y para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Este RD-Ley podrá acarrear nuevas turbulencias en el Sector Público, puesto que viene a exigir un conjunto de cambios dirigidos a ejecutar en tiempo y forma, los proyectos que permitan a nuestro país, recuperarse y afrontar el futuro sobre pilares sólidos.

Es vital, por tanto, que se activen los mecanismos necesarios para aprovechar todos los recursos que, dentro del plan europeo de recuperación, la UE ha asignado a España para sentar las bases de una Europa moderna y más sostenible. Es el momento de profundizar en la colaboración público-privada con el fin de diseñar estrategias basadas en la tecnología que nos permitan, como país, liderar aquellos ámbitos en los que queramos posicionarnos.

El desafío no es pequeño. Por un lado, las AAPPs deben reconducir su situación particular, según la experiencia de los últimos 9 meses, aprovechando las actuaciones exitosas y actualizando y remodelando aquellas que solo han servido de forma temporal; y, por otro, han de contemplar el nuevo escenario que se avecina, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para determinar claramente las actuaciones a realizar en los próximos meses.

Parece del todo recomendable, en esta especial coyuntura, la elaboración de planes de actuación particulares en cada organización pública, que hereden la estrategia y ejes de actuación del plan europeo para que puedan llevarse a cabo, de forma sencilla, las actividades de coordinación y seguimiento de todas y cada una de las actuaciones que, al fin y al cabo, han de aportar modernidad al país y prosperidad a los ciudadanos.

Firmado: Manuel Aranda, director asociado en Altia

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