Trump retira licencias que había concedido a fabricantes de componentes de EEUU para vender a Huawei

La Administración Trump se resiste a morir, y en los últimos días que les quedan en el gobierno está dando sus últimos coletazos con decisiones muy polémicas que están afectando a terceros países y a empresas como Huawei, uno de los principales objetivos empresariales de Trump a lo largo de su legislatura. En esta ocasión, tal como apuntan desde Muycomputer, ha decidido revocar las licencias que había concedido a diversos fabricantes y proveedores estadounidenses para que pudieran vender equipamiento y componentes a la compañía china. Entre las empresas que ya no contarán con permiso para vender componentes a Huawei está Intel, lo que perjudicará sobre todo a la división de ordenadores portátiles de la empresa.

Además, todo apunta a que antes de dejar paso a Biden, rechazará varias docenas de solicitudes pendientes que han cumplimentado empresas de Estados Unidos para poder vender suministros a Huawei y para hacer negocios con ella. Se desconoce qué sucederá cuando Trump y su equipo desaparezcan de la ecuación, porque Estados Unidos lleva varios años preocupando por los lazos que pueda tener la empresa con el gobierno de China y los problemas que ello puede acarrear para su seguridad nacional. La compañía, no obstante, ha negado repetidas veces que tenga algo que ver con las autoridades chinas.

Huawei, que ya acumula una larga cadena de problemas con Estados Unidos, fue añadida a la Lista de entidades de la Oficina de Industria y seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos en mayo de 2019, tras la entrada en vigor de una orden ejecutiva de Donald Trump, que vetaba a Huawei en las redes de telecomunicaciones de Estados Unidos. En un principio se permitió a las empresas trabajar con Huawei mediante una licencia general temporal, pero el Departamento de Comercio acusó a la empresa de explotar las reglas para seguir utilizando tecnología estadounidense en su diseño de semiconductores.

A causa de esto, Trump reforzó las normas y medidas tomadas contra Huawei en agosto de 2020 y anunció que la licencia general temporal que había concedido para comerciar con Huawei no iba a ampliarse más. Posteriormente concedió un permiso a determinadas empresas para llevar a cabo operaciones concretas, aprobando algunos permisos para la venta de componentes. Pero con esta decisión las ha revocado todas, incluso la que tenía el fabricante de chips japonés Kioxia.