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ARM se independiza de su filial china en medio de una fuerte polémica

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ARM

ARM ha pasado su participación en su filial en China, que se ha declarado en rebeldía, a una entidad independiente. De esta manera podrá seguir recopilando las cuotas que las empresas chinas clientes de ARM le pagan, pero no tendrá necesidad de mostrar la contabilidad de ARM China, creada en 2016 con el nombre de Anmou Technologies pero a la que todos llaman ARM China, a los posibles inversores que puedan tener cuando ARM salga a bolsa, lo que según Tom’s Hardware está previsto que suceda en 2023.

La compañía ha confirmado que ha transferido sus títulos en ARM China a una nueva entidad únicamente por razones contables. De esta manera, ARM puede declarar sus participaciones en su filial china como una inversión, en lugar de considerarla una empresa conjunta. Por eso, ARM China seguirá distribuyendo la propiedad intelectual de la compañía en China, y la matriz seguirá recopilando las cuotas producto del uso de esta propiedad intelectual por parte de las empresas chinas clientes. Eso sí, no tendrá que presentar los resultados financieros de ARM China a los reguladores, y tampoco a los inversores que tenga en el futuro.

Queda así solventada, al menos por el momento, la polémica abierta desde hace tiempo entre la compañía matriz y su filial en China, aunque puede que no haya terminado del todo y haya más episodios en el futuro. La filial china aporta a la compañía la cuarta parte de sus ingresos totales, pero no es completamente propiedad de la empresa. En realidad es una empresa conjunta entre ARM, que en la actualidad está controlada por SoftBank, y por un consorcio de fondos de inversión chinos.

La compañía cuenta en la actualidad con el control del 47,33% de las acciones de su filial china, y el resto está en poder de estos fondos. De ellos, Hopu Investment, de China Investment Corp, es el que más tiene: un 36%. Además, hay varios fondos de inversión con acciones de la filial china de la compañía controlados por Allen Wu, CEO de ARM China y una enorme fuente de dolores de cabeza para la empresa desde hace bastante tiempo, y uno de los causantes de los problemas entre matriz y filial.

Los problemas de Ala empresa con ARM China comenzaron hace ya unos años. En 2019 ARM descubrió que Allen Wu estaba sacando partido a su puesto en ARM China para conseguir inversores para su fondo, Alphatecture, dedicado a la inversión en startups relacionadas con la tecnología. En 2020, el consejo de administración de la compañía, ya con esta información en su poder, se reunió para votar si le despedían o no.

Finalmente acordaron despedirle por conflicto de intereses, pero a Wu no le pareció oportuno y decidió continuar en su puesto, lo que ha podido hacer hasta ahora debido a que posee ciertos derechos sobre la empresa, que según las leyes vigentes en China hacen que pueda tomar las decisiones que le parezcan aunque el consejo de administración de la compañía no esté de acuerdo. Por eso no solo sigue siendo su CEO, sino que además va completamente por libre desde hace tiempo con ARM China, como si se hubiese escindido de la matriz.

Wu asegura que la filial china de ARM está bajo el control de China, y ya lleva un tiempo promocionando los servicios de Anmou Technologies, e incluso su propiedad intelectual propia. Esto ha dado al traste con la estrategia de Softbank para el país, y desencadenó una espiral de presentación de demandas que tardarán años en quedar resueltas. Mientras tanto, ARM China ha lanzado incluso su propia marca de chips y servicios: Core Power, y envían sus notas de prensa bajo su nombre oficial chino, que como hemos comentado es Anmou Technologies. Por tanto, buscan diferenciarse por completo desde hace ya bastante tiempo.

Todos estos problemas han hecho también que Allen Wu se niegue a compartir los resultados financieros de ARM China con la matriz, y la matriz no puede despedirle. Así que la matriz no puede mostrar sus resultados a inversores y accionistas, lo que bloqueaba su salida a bolsa, previsto si todo va bien para marzo de 2023, dentro de poco menos de un año. Para poder salir a bolsa, ARM necesita completar su revisión financiera entre junio y septiembre, lo que era imposible si ARM China no comparte sus resultados financieros.

Con esta decisión que han tomado, sus problemas de contabilidad para salir a bolsa. Pero puede haber otro problema, porque no está claro si la transferencia ha sido aprobada por Allen Wu, que sigue teniendo en su poder el sello de calidad de ARM China, necesario para realizar la transacción. ARM es una compañía con sede en Reino Unido, lo que hace que pueda transferir sus activos como quiera. Pero las leyes chinas puede que no opinen lo mismo, por lo que puede que el último episodio de la batalla entre ARM y su filial china no sea el final.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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