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Bosch invertirá 3.000 millones en investigación y en sus plantas de chips en Europa

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Bosch invertirá 3.000 millones en investigación y en sus plantas de chips en Europa

Bosch va a invertir 3.000 millones de euros en su división de semiconductores hasta 2026, como parte de un impulso más fuerte a la industria europea de fabricación de chips. La compañía lo ha confirmado en el marco de su evento Bosch Tech Day 2022, que acaba de celebrar en la ciudad alemana de Dresde. En él, la empresa ha confirmado que va a construir dos nuevos centros de desarrollo en Reutlingen y Dresde, además de ampliar su capacidad de fabricación añadiendo 3.000 metros cuadrados de espacio para habitaciones limpias a su fábrica de obleas de Dresde.

Según han confirmado desde Bosch, toda la financiación va a llegar de la Unión Europea y del gobierno alemán, en el marco de la Ley de chips europea. Se ha vehiculado a través de un IPCEI (Important Project of Common European Interest, esto es, Proyecto importante de interés común europeo) de microelectrónica y tecnología de la comunicación que tiene como finalidad impulsar la investigación y la innovación.

Con este paso, desde ahora y hasta 2025, Bosch ha asegurado que invertirá unos 400 millones de dólares de esta inversión en la expansión de su capacidad de fabricación, así como en la conversión de espacio que ya tienen en su fábrica en nuevo espacio de habitación limpia. Esto incluye la construcción de las nuevas instalaciones mencionadas en Reutlingen, que contará con 3.600 metros cuadrados adicionales de capacidad. Por otro lado, el espacio de habitación limpia en las instalaciones de la compañía crecerá de los 35.000 metros cuadrados actuales hasta superar los 44.000 metros cuadrados.

No obstante, no parece que las mejoras que va a acometer Bosch no van a estar relacionadas con procesos de fabricación de última tecnología. En vez de esto, se van a centrar en semiconductores creados para la industria de la automoción, para los que se utilizan proceso s de producción de entre 40 y 200 nanómetros, y no los de 3 o 5 milímetros que se emplean para los microchips de nueva generación. Un movimiento, la verdad, que dado el historial de Bosch, no ha causado mucha sorpresa.

Stefan Hartung, Presidente de la Junta Directiva de Bosch, ha explicado su decisión alegando que «Europa puede y debe capitalizar sus propias fortalezas en el sector de los semiconductores. Más que nunca, el objetivo debe ser producir chips para las necesidades concretas de la industria europea. Y eso quiere decir no solo producir chips con los números más bajos de la nanoescala«.

Por otro lado, esta decisión queda justificada por el hecho de que la parte del valor total de un coche que representan los semiconductores que se integran en los vehículos se va a cuatriplicar en el transcurso de esta década, y va a pasar de suponer algo menos de 200 euros a más de 800. Por eso Bosch quiere su parte en esta mejora.

No obstante, la compañía dice también que la inversión abrirá nuevas áreas de innovación para Bosch. Como en SoCs. Por ejemplo, en sensores de radas que utilizarán los vehículos autónomos para examinar sus alrededores. La compañía tiene intención de desarrollar nuevos modelos más pequeños y con menos costes de producción.

Otra área de investigación en la que va a trabajar Bosch es la que se ocupa de los sistemas microelectromecánicos (MEMS), que son máquinas miniaturizadas con componentes mecánicos y electrónicos fabricadas con tecnologías de proceso de semiconductores modificadas. Estos sistemas estarán destinados al mercado de consumo, para su integración, por ejemplo, en módulos de proyección tan pequeños que se puedan integrar en el marco de un par de gafas inteligentes. La compañía ha asegurado que sus investigadores ya están trabajando en ello, y tiene planes de comenzar la producción de sensores MEMS en 2026.

Bosch también quiere centrarse en la producción de nuevos tipos de semiconductores. La empresa ya tiene experiencia en componentes de fabricación derivados del carburo de silicio. sus propiedades lo convierten en ideal para la circuitería electrónica de potencia necesaria para hacer funcionar los vehículos eléctricos e híbridos. Su demanda está creciendo a un ritmo igual o superior del 30%, por lo que Bosch va a explorar el potencial de otros materiales para ella, como el nitruro de galio.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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