La escasez de chips económicos sigue siendo un problema, y grave

El mundo de los semiconductores sigue inmerso en una especie de montaña rusa. De vivir una importante escasez de chips pasamos a una cierta infrautilización en ciertos niveles, una situación que nos hizo pensar que los problemas habían terminado, pero nada más lejos de la realidad, al menos según las declaraciones del CEO de TSMC, C. C. Wei.

Aunque la recuperación en algunos niveles es patente y ya no podemos hablar de una escasez de chips tan grave como la que sufría el sector tecnológico hace unos meses, la cadena de suministros todavía se está viendo lastrada por una marcada escasez de semiconductores económicos, es decir, hay una falta de chips cuyo coste va desde los 50 centavos de dólar hasta los 10 dólares.

Dicha escasez está afectando a sectores clave dentro de la cadena de suministros, y entre los mercados más afectados se encuentra la industria del automóvil, que ha venido arrastrando una situación complicada desde que se inició la crisis de los semiconductores. Dicha crisis produjo pérdidas mil millonarias a esta industria en 2021, y la situación fue tan grave que marcas como Ford tuvieron que vender algunos coches sin ciertos chips instalados bajo la promesa de montarlos más adelante.

El CEO de TSMC también comentó que ya no es capaz de cubrir por completo la demanda de chips de gama baja porque no han ampliado su capacidad de fabricación, y advirtió de que estos chips fabricados en nodos «viejos» podrían acabar siendo cada vez más caros, debido a la transición que la compañía está realizando para impulsar la fabricación de semiconductores en nodos más recientes y reducir gradualmente los más antiguos.

Wei lanzó otra advertencia, y es que el ejecutivo está convencido de que la era en la que teníamos un sistema de suministro globalizado y eficiente ya ha pasado, y los costes de producción no harán más que subir debido a la inflación y al aumento de la inversión para construir nuevas fábricas. Veremos cómo evoluciona la situación, pero en principio esto debería tener un impacto nulo en componentes que utilizan chips avanzados, incluyendo procesadores y tarjetas gráficas.

Los próximos lanzamientos de AMD y de NVIDIA no deberían, por tanto, tener problemas de suministro, y a Intel tampoco debería afectarle, ya que el gigante del chip fabricará sus procesadores Raptor Lake-S, cuyo lanzamiento está previsto para el mes de octubre.