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De la escasez a la infrautilización, el loco mundo de los semiconductores
Hace cosa de una semana os contamos que los pedidos de semiconductores habían empezado a caer, y vimos que TSMC podría ser una de las compañías más afectadas por este inesperado giro de los acontecimientos. Ha sido toda una sorpresa, la verdad, ya que hemos pasado de sufrir una importante escasez de semiconductores a encontrarnos con una caída notable de pedidos, algo que según un informe publicado por TrendForce, podría dar pie a una infrautilización de las capacidades productivas de los principales jugadores del sector, incluida la propia TSMC.
Dicho informe es muy claro, y al mismo tiempo muy interesante, gracias a la tabla que ha compartido TrendForce a modo de resumen. En ella podemos ver que las obleas de 8 pulgadas (200 mm) serían las que mayor grado de infrautilización de capacidad productiva podrían presentar a finales de este año, con una tasa de uso de entre un 90% y un 95%. Este tipo de obleas se utilizan para producir una gran cantidad de variantes de semiconductores, pero no tiene aplicaciones en chips realmente avanzados, ya que se emplean para nodos de 0,3 y 0,11 micrómetros (o micrones).
Las obleas de 12 pulgadas (300 mm) tienen una mayor cantidad de aplicaciones, y se utilizan para producir semiconductores en nodos que van desde los «veteranos» 90 nm y 55 nm hasta los más actuales de 7 nm, 6 nm, 5 nm y 4 nm. El informe de TrendForce ha realizado una agrupación por categorías donde podemos ver que los nodos de entre 90 nm y 55 nm tendrían una caída a entre un 90% y un 99% de uso, mientras que los nodos de entre 45 nm y 28 nm podrían bajar también a unas tasas del 90% al 99%, aunque en este caso se advierte que tienen un riesgo potencial de caída mayor.
Los nodos de 18 nm, 16 nm, 14 nm, 12 nm y 10 nm podrían mantenerse estables o caer a una tasa de uso del 95%, y lo mismo podría ocurrir con los nodos de entre 7 nm y 4 nm. Esto último es algo muy curioso que, de hecho, encaja con las informaciones que os hemos venido dando, y que apuntan precisamente en esa dirección, en una importante reducción de pedidos de semiconductores que estaría afectando a todos los sectores, incluyendo desde el mundo del automóvil, que normalmente recurre a nodos «antiguos» para obtener los chips que necesita, hasta el sector de los semiconductores avanzados, como SoCs, CPUs y GPUs, que deben estar fabricados en nodos avanzados y/o de última generación, como los de 7 nm, 6 nm, 5 nm y 4 nm.
Si todo va según lo previsto, es muy probable que en 2023 la tasa de utilización de ciertos procesos de producción se haya reducido tanto que sea imprescindible realizar una reasignación de recursos, y sí, habremos dicho adiós por completo a la escasez de chips, al menos de momento.
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