El mercado del low-code y el no-code sigue creciendo

El mercado del low-code y el no-code sigue creciendo, y aunque ya tiene un tamaño considerable, todo apunta a que será el doble de grande dentro de cinco años. Según un estudio de ISG, actualmente abarca un mercado de 25.000 millones de dólares, que crecerá hasta los 45.500 millones de dólares en 2027, con una tasa de crecimiento anual del 28%.

Amindeep Kar, Consultor director de ISG, señala que las plataformas de low-code y no-code pueden acelerar el desarrollo de software y reducir 10 veces el tiempo necesario para conseguir herramientas y aplicaciones, y asegura que para finales de 2023, la mitad de todas las empresas medianas y grandes habrán adoptado el low-code «como una de sus plataformas estratégicas«. Para él, el principal atractivo de ambas plataformas es que se tratan de multiplicadores que pueden ayudar a solucionar los problemas que frenan a las empresas en muchas áreas de su negocio, y a estar en línea con la tecnología.

Es precisamente esta falta de alineamiento lo que «ha sido uno de los ingredientes principales de las transformaciones digitales fallidas. Borrando la línea entre empleados sin experiencia en desarrollo, y desarrolladores profesionales, el low-code y el no-code está haciendo al desarrollo de aplicaciones lo que la ingeniería de fiabilidad de sitios a la gestión de infraestructura de TI. El low-code y el no-code ayuda a solucionar la escasez crónica de recursos, aumenta la velocidad de desarrollo y acelera el desarrollo de automatizaciones inteligentes de baja complejidad o de flujos de trabajo de procesos de negocio«.

Cambios en los puestos de trabajo

La creciente presencia del low-code implica que están produciéndose cambios tanto en TI como en los puestos de trabajo. Estas plataformas ofrecen a los desarrolladores profesionales la oportunidad de actual como consultores. Además, las empresas que utilizan esta tecnología «para impulsar los beneficios han utilizado una mezcla colaborativa de desarrolladores y empleados sin experiencia para reducir el coste en tiempo sin poner en peligro la gobernanza centralizada«. Además, según Kar, los desarrolladores profesionales y la plantilla de TI han conseguido»acceso a herramientas de desarrollo más rápidas, y la capacidad de centrarse más en arquitectura y estrategia, así como en poner en práctica habilidades útiles para el negocio«.

A pesar de todo lo bueno que estas plataformas parecen aportar, también hay ciertas preocupaciones que rodean a su adopción. La principal es su potencial para complicar la expansión de la supervisión tecnológica. Las aplicaciones que desarrollan quienes no tienen experiencia en desarrollo se hacen en muchas ocasiones sin la supervisión técnica adecuada, lo que hace que una brecha de seguridad o una solución que no cumple las normativas pueda ocasionar un daño financiero significativo.

También hay peligro de que haya fallos en los sistemas, porque existe la posibilidad de que solo algunas personas de las que se encargan de desarrollos de este tipo, o casi ninguno, conozca cómo funcionan los sistemas para los que crean aplicaciones, lo que puede llevar a todo tipo de problemas de gestión y gobernanza. Esto, eso si, abre un nuevo perfil de profesional de TI necesario, que se encargue de realizar una supervisión adecuada, para que quienes trabajan con plataformas low-code y no-code puedan centrarse solo en su trabajo.

Otra de las desventajas de estas plataformas es su incapacidad para personalizar soluciones. Son bastante rígidas, y la mayoría no ofrecen la flexibilidad suficiente para cubrir las particularidades de una función de negocio de empresas. Además, el low-code y el no-code pueden necesitar un nivel de mantenimiento elevado, y desviaciones de la norma debido a circunstancias especiales. Entre ellas, las integraciones, la necesidad de modificar código preestablecido, las depuraciones, las redundancias y la duplicidad de funciones en áreas diferentes.

Es en situaciones de este tipo en las que el departamento de TI necesita hacerse cargo de la situación. Por eso, TI necesitará crear y gestionar, por ejemplo, APIs para datos autoservidos. Para ello hay que dar pasos como sacar datos de los silos departamentales en los que suelen estar guardados, establecer normas y desarrollar APIs que las refuercen para que la gente vea solo los datos a los que se les permita el acceso. También asegurarse de que los datos se usan de manera adecuada. Por todo esto, entre otras cosas, la expansión de estas plataformas hará que la gobernanza de datos sea una parte mucho más importante del trabajo de TI.

Los desarrolladores profesionales y las plantillas de TI, por tanto, no tendrán que ocuparse del desarrollo básico. Se pueden centrar en crear complementos de valor, y de dar madurez al software generado. Esto abre la puerta a que los técnicos se acerquen más al soporte al cliente.