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EEUU controla el 90% de los datos que circulan en la UE

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En la era de la interconexión global y del poder de los datos, como activo valioso para gobiernos y empresas de cara al desarrollo de nuevas estrategias, resulta necesario conocer quién o quienes poseen el control y ejercen la protección sobre dicha información valiosa.

En el caso de los dato europeos, a raíz del informe ‘Década Digital’ elaborado por la Comisión Europea, el 90% de éstos se encuentran bajo dominio de EEUU. Una cifra realmente alarmante y que pone en jaque la seguridad y la integridad de los ciudadanos del viejo continente.

La principal causa que se esconde tras este hecho no es otra que el poder de expansión de las grandes tecnológicas estadounidenses en todo el mundo, especialmente en la Unión Europea. Empresas como Amazon, Facebook, Microsoft y Google tienen su sede fiscal en EEUU, almacenando en sus plataformas y servicios millones de datos personales y comerciales sobre los usuarios de la UE. Además ejercen una gran presión sobre los grandes hiperescalares y concentran los centros de datos clave a nivel internacional.

Todos los países miembros de la UE se encuentran en una situación de debilidad en la denominada soberanía del dato, siendo realmente necesario el impulso de esta industria para evitar que las compañías que gestionan los datos sean ajenas a los 27 países miembros de la UE. De hecho, el 96% de las plataformas online que se utilizan diariamente no son europeas, de tal modo que en caso de conflicto geopolítico, la UE no controlaría todos los datos de sus ciudadanos y quedaría invalidada gran parte de su actividad económica.

La situación es realmente alarmante si se toma como referencia el informe de la Comisión Europea, pues los gobiernos estadounidenses tienen acceso, sin apenas control, a datos almacenados en empresas y servidores de los proveedores cloud, basándose en leyes de seguridad nacional y órdenes judiciales.

El flujo de datos internacional

Para controlar y facilitar la transferencia de informaciones entre Europa y EEUU existen acuerdos y regulaciones como el Privacy Shield, los cuales buscan promover el comercio y la cooperación transatlántica, aunque ponen en tela de juicio cuestiones como la privacidad y los derechos de los ciudadanos de la UE.

Por su parte, la Ley Cloud de EEUU otorga a las autoridades estadounidenses la potestad para acceder a datos almacenados aunque éstos se encontrasen fuera del país. Una de las medidas con las que ha respondido Europa es el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que fija normas estrictas en la recopilación, almacenamiento y uso de datos personales.

Todo ello se suma con la iniciativa de la UE de desarrollar tecnologías y servicios de almacenamiento en la nube europeos, reduciendo la dependencia y la debilidad frente a los proveedores extranjeros y fortaleciendo la soberanía de datos. A su vez, se logrará aumentar la confianza de los ciudadanos y de las empresas en la protección de sus datos y se impulsará la economía digital europea.

El valor de la soberanía de datos europea

Europa se encuentra inmersa en una carrera de fondo por alcanzar en 2030 una situación tecnológica muy favorable. Con la Ley de Datos de 2022 se estableció el control sobre quiénes pueden usar los datos generados en su territorio y se dará poder a la administración pública para obtener datos en posesión de empresas privadas en caso de emergencia, evitando a su vez la transferencia ilegal.

Las previsiones que existen actualmente denotan que en 2025 se espera que al 50% de los servicios públicos se puedan acceder a través del móvil. De este modo, la cantidad de datos en Europa pasará de 33 zettabytes en 2018 a 175 en 2025.

Históricamente, desde 2015, se han fijado principios internacionales reguladores de la transferencia de datos como Safe Harbor, suprimido al no ser homologable con la legislación europea, y Privacy Shield, anulado en 2020 por falta de garantías para los dato personales. El tercer intento de EEUU parte de la nueva orden ejecutiva que busca mejorar las actividades de inteligencia de señales de EEUU, firmada por el presidente Joe Biden a finales de 2022.

De este modo, EEUU perderá acceso a una gran cantidad de datos que los servicios de inteligencia del país utilizan para proteger los intereses de la seguridad nacional. Ahora se está a expensas de que el Comité Europeo de Protección de Datos (EDPB) otorgue el visto bueno siempre que se cumplan todas las garantías de seguridad de la información.

Para proteger la soberanía de datos europea lo mejor será exigir a las empresas tecnológicas estadounidenses que alojen sus datos en centros de datos de la UE para ofrecer mayores garantías de control e impulsar la industria tecnológica europea. Otra medida sería fomentar el uso de software libre de código abierto. No obstante, para efectuarse, deberá existir voluntad política y concienciación de la necesidad de proteger la privacidad de los usuarios de la UE.

 

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