Opinión
Quantum Computing, IA y redes de telecomunicaciones
El lanzamiento por Google de “Willow”, un “Quantum Computing AI Chip”, ha puesto en el ojo público la Computación Cuántica en un momento en que la atención estaba centrada en la Inteligencia Artificial. ¿Es Quantum Computing the next “thing”? Es posible, aunque no es algo nuevo: nuestros primeros artículos sobre Quantum Computing publicados por Muy Computer Pro, se remontan a diez años atrás. Una década no es nada. Pero, en tecnologías de la información y la digitalización, es una eternidad. Decimos esto, porque no queremos aparecer como oportunistas, hablando hoy de algo, que empieza a estar de moda cuando, la realidad, es que llevamos diez años escribiendo de ello en este medio de comunicación tecnológico.
El anuncio de Google, en sí mismo, no tiene tanta envergadura como los medios de comunicación generalistas han dado a entender. Posiblemente, porque quieren que la población general lo entienda y, la mejor manera, es decir que este chip hace en cuestión de milisegundos lo que un super ordenador cuántico tradicional tardaría en hacer 10.000 millones de años. Pero, en varios segmentos del sector tecnológico digital, “Willow” es muy relevante. Primero, porque, para los entendidos, este nuevo chip de Google que aúna Computación Cuántica con Inteligencia Artificial, es un paso más en un trabajo evolutivo de Google, que tiene más de 20 años de historia.
Segundo, porque es la primera vez que una empresa BigTech mete en un chip la Computación Cuántica con la Inteligencia Artificial: recordemos que, NVIDIA, por ejemplo, embebió la IA Generativa (GenAI) en sus GPU, pero la palabra “quantum” no aparecía por ningún lado. Y, tercero, porque, si la IA ya suponía un factor muy disruptivo para el sector de semiconductores, procesadores y chips, la unión de Quantum e Inteligencia Artificial supone un aldabonazo de proporciones bíblicas para las compañías tradicionales de diseño y fabricación de chips: Nvidia, Intel, AMD, Apple, Qualcomm, TSMC, Samsung Semiconductor y otras.
Evidentemente, Quantum + IA afectará fuertemente a los fabricantes de ordenadores, servidores y data centers, sea hp, Lenovo, Dell, Asus, Acens, Cisco, Acer y muchos otros. Pero, en los ámbitos en que máxima potencia de computación es necesaria, los cambios son esenciales. Y ¿quién necesita más capacidad de procesamiento (quantum) inteligente (IA) que los gestores de redes? Nadie. Tanto operadoras de telecomunicaciones, como gestores de infraestructuras de telecomunicaciones, necesitan ser la Fórmula 1 de la eficacia y la eficiencia. Lo cual no es obvio, sino de cajón. Consumidores y clientes se lo demandan.
Los factores que exigen máxima conectividad son conocidos. Las redes de telecomunicaciones, sean de fibra o inalámbricas, han experimentado una monumental sobrecarga debido al aumento exponencial de usuarios, primero de telefonía móvil, después, de Internet; luego, de smartphones (telefonía móvil + Internet); con las redes sociales, la necesidad de máxima conectividad se multiplicó por “n”. Las OTT (Over The Top), esencialmente BigTech, pueden funcionar con total eficacia gracias a las redes de telecomunicaciones: Amazon, Google, Meta, Microsoft, etc.
Sin embargo, las inversiones billonarias en redes no las ha hecho BigTech, sino las operadoras de telecomunicaciones y las firmas gestoras de las redes de telecomunicaciones inalámbricas (“torreras”), máxime si son operadores neutrales y, como es el caso del líder europeo, Cellnex Telecom, provee sus servicios a todos los operadores: Telefónica, Vodafone, MasOrange o quien sea (las cadenas de televisión, por ejemplo, a quienes hace llegar la señal).
Con ocho mil millones de personas conectadas a Internet en el planeta, la presión sobre las redes es máxima. Adicionalmente, las empresas (grandes, medianas, pymes y autónomos) tienen muchas necesidades de conectividad de telefonía móvil y de Internet, sea fibra o wifi. Millones de personas teletrabajan o lo hacen en movilidad. Más presión a las redes de telecomunicaciones. Además, tanto consumidores (mercado B2C) como empresas (mercado B2B) quieren que su conexión sea perfecta. No ya, “que no se caiga la línea”, sino poder hablar por teléfono o navegar por Internet en el metro de París o el de Madrid (hasta hace poco, impensable), en trenes de alta velocidad y aviones y, no te quiero ni contar si el personal participa de una experiencia religiosa en un campo de fútbol o en un estadio, en que Taylor Swift da un concierto ante 100.000 personas, todas queriendo subir videos a Instagram, Facebook, TikTok o YouTube. Este ejemplo lo he vivido yo recientemente con mi hija, que es “Swiftie total”, y se pasó con el móvil haciendo maravillas, durante las 4 horas de concierto.
No es obvio preguntarse cómo es posible que 100.000 personas en un estadio de fútbol estén usando sus smartphones intensivamente en un espacio cerrado y no haya dificultades en la red. Hace una década -no es el Paleolítico- era habitual que, en las fiestas de Navidad, no funcionasen ni los mensajes SMS, ni las llamadas telefónicas, por “saturación en la red”. Hasta WhatsApp se “ha caído”, en alguna ocasión, causando desgracias de ordinaria administración que, para las personas, tienen mayor significado que la caída de Roma.
La gestión de las redes de telecomunicaciones de operadores neutros como Cellnex Telecom hace posible que todo funcione a la perfección y que todos los stakeholders estén contentos: primero, el público, el personal, que ha subido a redes sociales videos que pesan cientos de megas; segundo las operadoras de telecomunicaciones, que son las que prestan el servicio al usuario final. Y, tercero, las empresas BigTech, que son las que se llevan el aplauso del agradecido personal que, en el partido de fútbol o en el concierto de pop, ha vivido una doble experiencia: usuario personal de cuerpo presente en el lugar, jaleando al equipo o cantando canciones, y usuario digital que, todo eso que vive, lo comparte en las redes sociales.
Si añadimos que, sobre las redes corren nuevas tecnologías: 5G y, pronto, 6G; Internet de las Cosas (IoT); Edge Computing; Ciberseguridad y Big Data, la necesidad de máxima computación para dar la mejor conectividad es imperativa. Y la respuesta hoy está en estos desarrollos de computación cuántica e IA. Los gestores de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas como Cellnex Telecom, están dando respuesta a estas demandas con inversiones billonarias en las redes, que ya incluyen inteligencia artificial y computación cuántica.
No hay otra manera de hacerlo. El período 2019-2024 (prepandemia, pandemia y post pandemia) ha sido un período experimental que ha sido exitoso en circunstancias extremadamente negativas, como durante los confinamientos y la necesidad de la sociedad y las empresas de estar conectadas, para no subirse por las paredes…, y en los felices años post pandemia, en que las personas salieron a las calles con ganas de tomarse la revancha, fuere en la playa, en el cine, en el centro comercial o en el estadio de fútbol, lugares todos donde la conectividad se da por supuesta. Y, siempre, acompañados del smartphone, tableta, portátil o cualquier otro dispositivo que permita, en vivo y en directo, vivir doblemente la experiencia: física y digital.
Jorge Díaz-Cardiel. Socio director general de Advice Strategic Consultants. Economista, Sociólogo, Abogado, Historiador, Filósofo y Periodista. Autor de más de mil artículos de economía y relaciones internacionales, ha publicado una veintena de libros.
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