La industria española de consumo

El reciente cierre de la planta de fabricación de productos Sony en Barcelona ha dejado prácticamente a cero la Industria de consumo en España. Si bien fue una de las más importantes en nuestro país en los años 80. Hace una década se arremolinaban cerca de 10 compañías: Hewlett-Packard (HP), Grundig, Sanyo, Pioneer, Miniwatt (Philips), Braun o Samsung que han cerrado sus puertas paulatinamente en España.

Sony ha abandonado recientemente su planta de Viladecavalls (Barcelona) lo que prácticamente echa el cierre de la industria de electrónica de consumo en España. Sólo queda la japonesa Sharp, con 480 trabajadores, y se augura el cierre en los próximos meses.

China es la única plataforma viable para la producción de componentes y productos electrónicos de consumo terminados incluso dentro de Asia. Sony, por ejemplo, vendió este año su planta eslovaca, y Samsung cerró la suya de Hungría hace años. Incluso en Asia, «países como Taiwan, que empezó como ensamblador, ha tenido que migrar hacia actividades de más valor añadido«, comenta Martín Pérez, presidente de Asimelec, patronal de la electrónica.

La diferencia de costes de ensamblaje entre Asia y Europa (incluida la del Este) es desmesurado y las compañías han tal que las últimas empresas no han podido mantenerse aquí ni siquiera como ensambladoras. «Ni una sola empresa de hardware o electrónica extranjera se haya instalado en España en los últimos años«. Las únicas empresas de electrónica de consumo españolas que sobreviven son firmas como Blusens, Supratech, Rainbow o Airis, que se limitan a diseñar (y no siempre) y poner marca a productos ensamblados en China.