Los malos resultados de Nokia se cobran su primera víctima

Los malos resultados financieros de Nokia en el primer trimestre del año han provocado el despido (o abandono) del vicepresidente de Ventas, Colin Giles, después de más de 20 años en la empresa.  Nokia ha informado de una caída de ingresos del 29% en el último trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, desde 10.400 a 7.400 millones de euros. La pérdida operativa fue de 1.760 millones de euros o 25 céntimos de euro por acción.

Malos datos a pesar de esperados y que muestran que Nokia no remonta ya que las previsiones de la compañía para el segundo trimestre no invitan al optimismo.

Los dos millones de unidades vendidas del Lumia 900 son un punto de esperanza pero no compensan el descenso de ventas de 24 millones de unidades respecto al mismo trimestre de 2011. Tampoco los malos resultados financieros a pesar de los despidos por miles de trabajadores, ni tampoco el hecho que la acción de Nokia cotice al nivel de 1977 o que haya perdido después de quince años, el primer puesto mundial de venta de móviles a manos de Sansung.

La salida de Giles se une al abandono del jefe de marketing de Windows Phone, obviamente relevante para Nokia al apostar su futuro por el sistema móvil de Microsoft. Una unión que -por cierto- no ven clara algunas de las operadoras europeas claves en la venta de terminales.

Esperemos un cambio de tendencia ya que la industria y usuarios necesitan un tercer actor que pueda competir con Apple y Google. Potencial no falta en Nokia y Microsoft pero el objetivo no será sencillo.