Las fronteras del cloud computing

Son muchos los efectos que se suceden cuando surge algo nuevo, ya sea algo que aparece de repente o algo que poco a poco ha ido tomando forma. Estas reacciones siempre van de la total aceptación sin reservas hasta el rechazo. «Los extremos nunca son buenos». Puede que esta frase parezca un total cliché, pero no por eso es menos cierta. Ninguna novedad tecnológica es ideal al 100%, pero tampoco es un atentado contra nuestra persona.

En este blog hablamos del cloud, una tecnología que podría decirse que empezó con sistemas sencillos, tales como Dropbox y que ahora alcanza soluciones globales y totales para empresas. En los entornos corporativos, las organizaciones se cuidan mucho de tener asegurados todos sus contenidos e información empresarial, es su razón de existir y no es para menos que la cuiden y que no dejen un efecto al azar. En los sistemas cloud corporativos se trabaja a fondo en aspectos como la seguridad y el rendimiento, pero ¿que pasa cuando hablamos a nivel usuario? ya sea por dejadez, por no saber del tema o por que nos fiamos completamente, muy pocos usuarios suelen repasar las condiciones a las que se someten cuando aceptan un servicio en Internet, ya sea la nube o cualquier otro. Esto no quiere decir que la culpa siempre del usuario, pero mucha veces, se demoniza Internet por que no discurre tal y como nosotros deseamos.

En relación a ésto, hace unos días leíamos en diario turing, la sección de tecnología del diario.es, un artículo que se titulaba así: Cinco razones excelentes para salir de la nube. La nueva sección del diario.es se estrenaba con un polémico artículo en el que se criticaba el cloud computing,desde un punto de vista ético/económico que en muchos aspectos confundía la privacidad con la neutralidad en la web. En MuyCloud entendemos la nube como una tecnología que permite tener acceso a información o determinados servicios informáticos gracias a una conexión a Internet, desde cualquier dispositivo móvil o fijo ubicado en cualquier lugar. Es decir la nube no es solo Dropbox, Flickr o Mega. Son multitud de servicios que permiten hacer multitud de tareas, que hasta ahora eran altamente complejas e incluso inseguras.

Esta es nuestra forma de verlo. Más allá de dar razones socioeconómicas sobre por que estar o no estar, queremos que todos aquellos lectores que se han preguntado si es seguro subir sus fotos a Dropbox u optar por un servicio cloud para su empresa sepan (de verdad) a que condiciones se están sometiendo. Para ello vamos a echar mano de un curioso artículo que hemos leído en ZDnet, titulado 6 mitos de la nube.

1. Es siempre barata. Cuando hablamos de subir un nuestras fotos personales, albergar algunos archivos importantes… este tipo de procesos no suelen tener mucho coste para los proveedores, por lo que se suelen proporcionar de manera gratuita. Pero cuando se trata de una carga continua, en la que es necesaria una estandarización y automatización de sistemas internos, lo que se llama nube privada, la cosa se complica un poco. Pasa lo mismo que cuando compramos un coche, si se trata de uno que solo vayamos a utilizar algunos fines de semana, es lógico que no invirtamos mucho en el, pero ¿que pasa si es nuestro medio de trabajo? Buscaremos algo eficiente, que no gaste mucho, que esté a todo riesgo y que optimice nuestros ingresos. Si aún así optamos por la opción gratuita, por que estamos empezando, por que no entedemos mucho, por que no sabemos si es rentable… veremos como al subir mucha información al al que tiene que accederse a diario desde diferentes dispositivos, diferentes personas y trabajar con ella, modificarla, borrarla y crear nueva, todo se realentiza, a los servidores gratuitos les cuestas y los errores se multiplican y tardan en arreglarse. Vale, se puede seguir sin la opción de pago más eficiente, pero gastaremos tiempo, y el tiempo en un negocio, de todas todas es dinero.
2. No se queda obsoleto. En muchas ocasiones cuando se compra uno de estos productos, se hace de manera mensual o anual, pagando siempre por adelantado. Es muy importante probar antes el servicio, comprobar que realmente es lo que estamos buscando, por que si no podemos quedarnos atrapados durante un año en un servicio que no funciona.
3. Siempre sabes cuanto va a costar. Esto puede ser algo verdadero para servicios como el de Salesforce (aunque hay que recordar que los gastos se pagan una vez al año y con antelación), pero cuando se utilizan plataformas como la de EC2 o Azure, a veces se caen en cálculos complejos, que a veces puede quedarse fuera de los presupuestos de la empresa.
4. Siempre es seguro y funciona bien. Si, los servicios de renombre en la nube administran los servicios que ofrecen lo mejor que pueden ya que si no lo hace así no podrá mantenerse en el negocio. Sin embargo los clientes de estos servios son víctimas jugosas para los hackers, por lo que hay que asegurarse muy muy bien a la hora de elegir un proveedor y de que éste se haya preocupado de los problemas de seguridad.
5. Siempre funciona. Los fallos más frecuentes que sufren los servicios en la nube, vienen derivados de los fallos a la conexión a Internet, cuando se está tratando de acceder a ellos. Pero hasta los más grandes como Amazon han tenido fallos en el sistema.
6. Puedes volver a salir sin ningún esfuerzo. Hay muchas diferencias entre los sistemas que ofrecen servicios en la nube, Azure y OpenStack, aunque más trabajosas, son más útiles a la hora de utilizarlas desde sistemas externos.