Cisco modera sus previsiones para el Q2

Todas las empresas, incluso las más grandes y consolidadas, están fuertemente sometidas a los vaivenes de la economía global. Y más todavía, si una de las principales fuentes de crecimiento económico son los mercados emergentes, que suelen estar más expuestos a cambios de ciclo acusados. En estas circunstancias, Cisco ha revisado a la baja sus previsiones para el segundo trimestre (Q2), que comprende noviembre y diciembre de 2015 y enero de 2016.

Las principales razones, según los analistas son, por una parte (importante), la fuerza del dólar con respecto a otras divisas. Esto, claro, desincentiva  las compras y contrataciones. En la situación actual (con los tipos de cambio actuales y previstos), esto afecta especialmente a los mercados canadiense, latinoamericano y Asia-Pacífico, según las estimaciones del propio CEO de la empresa, Chuck Robbins, en el cargo desde el pasado julio. El resultado de las predicciones no se ha hecho esperar, forzando los títulos de la tecnológica a descender un 5% en su cotización.

En su mercado local, Estados Unidos, las predicciones son buenas, y tanto la propia empresa como los analistas ven, como principal factor de riesgo, la exposición del crecimiento de la empresa a mercados emergentes, porque a la fortaleza del dólar se suma que la situación de alguna de estas economías está entrando en una cierta desaceleración que, claro, afecta a su consumo interno, pero también a las importaciones que efectúan. Y si tenemos en cuenta de que, en algunos casos, hablamos de economías que han llegado a tener una tasa de crecimiento de doble dígito, con divisas que han ofrecido unos rendimientos espectaculares, tenemos el cocktail de circunstancias perfecto para que la deceleración de dichos mercados repercuta, de manera muy directa, en las cuentas de resultados de empresas estadounidenses.

Las previsiones, no obstante, siguen siendo buenas. Tanto Cisco como los analistas vaticinan un crecimiento tenue, de alrededor de un 2% en los beneficios. Habrá que esperar uno o dos meses para comprobar si el mercado de divisas se mantiene estable o, por el contrario, algún otro cambio hace que sea necesario volver a ajustar las predicciones.

Imagen:Prayitno