A Xiaomi ya no le funciona el negocio de los smartphones baratos

El fabricantes de smartphones chino Xiaomi ha confirmado por fin con sus cifras de ventas de smartphones en 2015 lo que muchos ya preveían: la compañía no ha conseguido alcanzar sus previsiones de ventas en 2015. Su Presidente, Lin Bin, ha anunciado en el blog de la compañía, tal como recoge Reuters, que las ventas de terminales superaron los 70 millones de unidades, sin concretar la cifra. Unas ventas bastante inferiores a las previstas por la compañía allá por el mes de marzo, cuando planeaban superar los 100 millones de teléfonos vendidos en 2015.

En Xiaomi, que parece desinflarse, ya tuvieron que rebajar esta previsión hasta un rango comprendido entre los 80 y los 100 millones de terminales, pero en junio, al conocerse sus ventas durante la primera mitad del año ya se llevaron un revés, puesto que eran inferiores a las de los seis meses anteriores. Además, varios analistas avisaron de que China, su mercado de origen y el mayor para la compañía, se estaba saturando. Además, la economía china está sufriendo un frenazo y otras marcas chinas, como Huawei o Lenovo, amenazan cada vez con más fuerza con destronar al que hasta no hace mucho era considerado el mayor rival de Apple en China.

Aun así, el crecimiento de ventas anual de la compañía ha experimentado un aumento del 14,5 por ciento. Esta cifra está por encima del la tasa de crecimiento anual del mercado, que es de un 12 por ciento. Y aunque según el analista Neil Shah, de Counterpoint Research, «para Xiaomi, el smartphone es todavía su mayor línea de negocio y supone un 90% de sus ingresos«, para él, la compañía crecerá un 16 por ciento, dado que comenzará a vender terminales en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa del Este.

Pero no todos son tan optimistas. El analista independiente de tecnología Ben Thomson afirma que la bajada en ventas abre dudas sobre el modelo de negocio de la compañía, basado en la fabricación de smartphones baratos, a largo plazo: «La empresa no sólo está sobrevalorada, sino que se enfrenta a dudas crecientes y fundamentales sobre la viabilidad a largo plazo de su negocio«. Mientras, Xiaomi, que el año pasado era el tercer fabricante del mundo en ventas, ha descendido ya al quinto lugar.