Las empresas no se adaptan a los trabajadores de la Generación Z

Un estudio encargado por RICOH revela que más de la mitad de los empleados expone que las empresas no consiguen cubrir las necesidades de las distintas generaciones que coexisten en un mismo lugar de trabajo. Por ello, se acerca un choque generacional en el entorno laboral, con la incorporación de la Generación Z, es decir, los jóvenes que ahora tienen diecinueve años o menos.

La Generación Z son personas exigentes, devoradoras de contenidos, que buscan la satisfacción inmediata, que han tenido una fuerte influencia de sus individualistas padres de la Generación X, han oído las historias de sus abuelos, y han sido testigos de los éxitos y fracasos de los Hijos del Milenio. La combinación de todo esto con su apetito por lo digital, significa que cuentan con una sólida base para desarrollarse y educar a los demás en un mundo empresarial en constante evolución y cada vez más exigente.

Ante esto, la mayoría de los trabajadores de todas las generaciones considera que contar con una plantilla de diferentes edades supone un activo para las empresas. Sin embargo, un tercio de los trabajadores más experimentados auguran que las tensiones en el trabajo aumentarán con la incorporación de la Generación Z a las empresas. Con los incesantes cambios provocados por la tecnología, que alterarán aún más el entorno laboral, será primordial establecer entornos que realmente faciliten y motiven el trabajo armonioso y productivo de todas las generaciones.

De este modo, la encuesta reveló que el 65% de los encuestados reconoce queexisten diferencias fundamentales en la forma de trabajar de los empleados según a la generación a la que pertenezcan. El contraste más evidente se dislumbra en sus respectivas actitudes, expectativas y estilos de trabajo. La comunicación cara a cara, aun siendo el método preferido de todos los grupos de edad, va sufriendo un descenso progresivo generacional. A su vez, el 73% de los miembros de la Generación Z cree que su futuro empleador responderá a sus necesidades, en oposición al 48% de las otras tres generaciones.