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Fallece Robert E. Allen, CEO de la época más convulsa de AT&T

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Robert E. Allen

Tras una vida entera dedicada al sector de las telecomunicaciones, Robert E. Allen, el que fuera CEO y presidente del consejo de administración de AT&T, ha fallecido con 81 años en un hospital de Nueva Jersey, según informa The Wall Street Journal. La causa de la muerte son las complicaciones médicas experimentadas por Allen a raíz de un infarto sufrido el pasado mes de enero, según las declaraciones públicas de su hijo, Jay Allen.

Allen, que se graduó en ciencias políticas en 1957, empezó a trabajar ese mismo año en Indiana Bell Telephone Co. (la compañía fundada por  Alexander Graham Bell y Gardiner Greene Hubbard en 1877) como supervisor de los responsables de atención telefónica de la compañía a sus clientes.

Su carrera profesional ya nunca se desvinculó de la empresa, que tras un periplo de fusiones desde sus mismos inicios, terminó convirtiéndose en American Telephone & Telegraph (AT&T). Casi 30 años después de su llegada a la compañía, alcanzó el cargo de presidente de la misma, de la mano del que fuera su mentor, James E. Olson, al tiempo que este se convertía en director y presidente de la junta. La muerte de OIson, dos años después, elevó a Allen a las posiciones que este había ocupado, responsabilidades que mantuvo hasta 1997, año en que abandonó la compañía tras un enfrentamiento con el consejo de dirección a cuenta de un plan de sucesión en la dirección de AT&T.

Durante sus años al frente del gigante de las telecomunicaciones, Allen tuvo que enfrentarse a un sector en un momento particularmente complicado, con algunas decisiones acertadas y otras que, por el contrario, son y serán recordadas como grandes errores. En este último grupo destacan las inversiones que llevó a cabo con el fin de introducirse en el sector de la informática, operaciones, todas ellas, que acabaron sin llegar a buen puerto, pero que supusieron un alto coste económico para la compañía. Su principal éxito fue el de saber adaptar la empresa en dos puntos clave: la adaptación a una creciente competencia en el sector, y la oportunidad de negocio que venía de la mano de la telefonía móvil y de Internet. Una integración que, no obstante, no fue sencilla, y cuya política de recorte de gastos supuso la eliminación de más de 100.000 puestos de trabajo.

 

Imagen: Agencia Reuters

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