Snapchat y una posiblemente (arriesgada) salida a bolsa

La salida a bolsa más esperada de una tecnológica el año que viene, puede terminar siendo también una de las más problemáticas. Hablamos, claro, de Snapchat, que ya anunció su interés en convertirse en cotizada el año pasado, y que con casi total seguridad llevará la operación a cabo en algún momento del año que viene. Para muchos inversores y analistas, la operación puede alcanzar la dimensión de las de Facebook y Google en su momento. Por ponerlo en cifras, la valoración inicial que hace la propia compañía sobre el valor por el que pasará a ser cotizada será de 20.000 millones de dólares.

La operación llama la atención por varios aspectos. El primero, como menciona hoy la Agencia Reuters, es que la tendencia natural en las start-ups tecnológicas es mantenerse fuera del mercado tanto tiempo como sea posible, especialmente si tienen la posibilidad de obtener financiación por otras vías, algo a lo que ha quedado claro que Snapchat puede optar sin problemas. De hecho, hace solo seis meses, logró 1.810 millones de dólares en su última ronda de financiación, algo que hizo pensar que la salida a bolsa dejaría de formar parte de los planes inmediatos de la compañía, algo que finalmente no ha ocurrido. Así pues, la única razón por la que parece que han decidido seguir adelante, es que ser una cotizada puede dar una imagen más seria de la compañía, lo que mejora su atractivo de cara a los posibles anunciantes, una de las principales fuentes de ingresos de la compañía. No en vano, las expectativas de ingresos por esta vía para el año que viene son de nada menos que de 1.000 millones de dólares.

Los temores vienen dados, no obstante, por la «agresividad» de la operación, según los analistas. Lo más significativo es que, a diferencia de lo que han hecho otras compañías similares al afrontar operaciones de este tipo, han rechazado contar con ejecutivos senior que tengan experiencia en salidas a bolsa. La operación, en principio, será dirigida por los cofundadores de Snapchat, Evan Spiegel (CEO) y Bobby Murphy (CTO), de 26 y 28 años respectivamente. Así, todos los ojos miran fijamente a Imran Khan, CFO de Snapchat como el ejecutivo con más experiencia (participó en la salida a bolsa del grupo Alibaba) como la persona clave para que la operación llegue a buen término.

Aún así, la falta de experiencia del equipo gestor actual (especialmente tras la salida de algunos ejecutivos senior que formaron parte del mismo durante un tiempo, pero que ya no están en la empresa), sumada a las altas expectativas deposaitadas en la operación, ponen muy nerviosos a los inversores, que creen que esa combinación puede resultar explosiva. Es muy fácil, en una operación tan compleja, que algo salga mal, y es ahí donde un equipo de gestores «senior» y con experiencia demuestra su valor. Así, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, cabe desear que los actuales directivos de Snapchat se replanteen su postura y acepten contar con la supervisión de profesionales, capaces de actuar en un contexto tan complejo.

Imagen: Barn Images