Amazon se plantea almacenes en el cielo

Dicen que, cuando miramos fijamente al cielo, en realidad estamos observando nuestro interior y, en muchos casos, nuestro encaje en el basto universo que apenas llegamos a atisbar. Y seguramente sea cierto en la mayoría de los casos, pero pensando en ello se me ocurre, como mínimo, una excepción llamada Jeff Bezos, el fundador de Amazon que, de un tiempo a esta parte, parece haber decidido que la supervisor terrestre se le queda pequeña, y que el cielo y el espacio están llenos de oportunidades de negocio que esperan a ser aprovechadas.

Y esto afecta a todos los niveles: desde unos pocos metros sobre el suelo, que es la distancia a la que vuelan los drones de reparto que la compañía lleva ya un tiempo probando, y que pretenden revolucionar el sector de la distribución, hasta su apuesta por la industria aeroespacial privada, que le ha llevado a fundar Blue Space, la principal competencia en este campo de SpaceX, la otra gran start-up aeroespacial fundada por Elon Musk. Pero no acaba ahí la cosa ya que, según informa la Agencia Reuters, Amazon ha solicitado la inscripción de una patente para un vehículo aéreo que serviría como almacén de productos y base de operaciones para los drones que se encargarían de repartirlos. En realidad la solicitud fue presentada hace dos años, pero no fue detectada hasta el pasado miércoles, cuando la encontró Zoe Leavitt, un analista tecnológico de la consultora CB Insights.

Según el documento presentado por Amazon, el almacén aéreo, que respondería al nombre de Airborne Fulfillment Center (AFC), se mantendría constantemente a una altitud de 45.000 pies (unos 13.700 metros) y su consumo energético sería muy bajo, ya que se basaría en emplear aire caliente (de igual modo que un globo o, viendo el aspecto de la patente, de un zeppelin). Además, el consumo de energía de los drones de distribución también sería muy bajo (e inferior al de los drones de distribución con base en tierra), ya que solo tendrían que mantener un descenso controlarlo, aplicando pequeñas correcciones de rumbo para «caer» en la dirección de entrega adecuada y, entonces sí, volar a una base terrestre.

Las operaciones de recarga de los almacenes aéreos, de combustible, productos y drones, se efectuaría mediante lanzaderas no tripuladas o pequeñas aeronaves, capaces de alcanzar el nivel de vuelo de los AFC y de realizar la operaciones de reaprovisionamiento. De momento Amazon no ha dicho nada al respecto, y lo único que se sabe es que la compañía pretende empezar a utilizar sus drones para labores de distribución el año que viene.