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Jeff Immelt, expresidente de General Electric, posible nuevo CEO de Uber

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En apenas dos semanas, la junta directiva de Uber decidirá quién desean que sea el próximo CEO de la compañía. Hasta ahora han sonado varios nombres para ocupar el puesto, pero ninguno con tanta fuerza como el de Jeff Immelt. Se trata del antiguo presidente y CEO de General Electric, y en la actualidad, según Recode, es el que está mejor situado y tiene más papeletas para ser quien tome las riendas de la compañía.

Al parecer, aunque en la junta directiva hay muchas tensiones, sobre todo entre uno de sus inversores, Benchmark Capital y otros, como Shervin Pishevar, Arianna Huffington y el ex CEO de Uber Travis Kalanick, la mayoría están a favor de que sea Immelt quien se ponga al frente de la empresa. Eso sí, la situación podría cambiar en cualquier momento, ya que hay otros dos directivos que también tienen posibilidades de llegar al puesto, aunque menos. La votación para elegirle, como hemos comentado, se llevará a cabo en un par de semanas, y aunque no tiene por qué ser por unanimidad, se espera que así sea.

Arianna Huffington es una de las que primero se fijó en Immelt. No obstante, la junta ha llegado a la conclusión de que es necesario contratar a alguien que pueda gestionar con rapidez los problemas a los que se enfrenta Uber, que con varios y de cierta complejidad, y todos creen que Immelt está perfectamente capacitado para hacerlo.

Según una fuente cercana a la junta, sus miembros saben «que nunca van a dar con la elección perfecta, pero todos se están cansando«, y necesitan a alguien «con las habilidades necesarias para avanzar«. Entre las medidas que la persona que ocupe el puesto de CEO tendrá que tomar lo más pronto posible está la contratación de numerosos directivos de alto nivel, ya que no son pocos los que han dimitido en las últimas semanas.

La moral de los trabajadores

También tendrá que averiguar cómo elevar la moral de los trabajadores, muy baja. Y deberá diversificar y expandir la junta, así como desintoxicar la cultura de la empresa y tratar con varios problemas legales y de regulación que arrastra Uber. Además, la compañía también necesita alguien que sea capaz de lidiar con Kalanick, al que Benchmark acusa de actuar de mala fe desde que dimitió de manera forzada de su puesto.

Ni que decir tiene que más de uno intentará intrigar contra él o plantearle problemas de liderazgo. Aunque si el puesto lo ocupa Immelt, lo van a tener muy complicado debido a su experiencia y trayectoria. Y ese es precisamente uno de sus atractivos para muchos miembros de la junta. Según una fuente, «no es alguien al que se pueda presionar con facilidad, lo que probablemente es su mejor activo. Todos sabemos que Immelt no es el emprendedor dinámico que es Travis, pero puede, sin duda, arreglar las cosas«.

Otra fuente cercana a la junta añade a estas declaraciones que Immelt es una apuesta muy sólida para los inversores y para Wall Street. También para los más inmersos en la tecnología de la empresa. Sin duda, esto ayudará mucho cuando Uber se prepare para salir a bolsa en los próximos años. Además, su llegada podría hacer que los problemas corporativos dejasen de ser el centro de atención de la empresa.

Pero no sólo Uber podría beneficiarse de la llegada de Immelt. También él podría sacar ventaja de este puesto. En junio anunció que dejaba su puesto como presidente y CEO de General Electric después de 16 años en el puesto, tras varios años presionado por los inversores, que le criticaban tanto a él como el proceso de cambio del grupo que presidía. Si logra rescatar a Uber, se llevará todo el reconocimiento por hacerlo.

Foto: Gage Skidmore

 

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