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El taxi, en pie de guerra tras la sentencia del Tribunal Supremo

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El enfrentamiento entre el sector del taxi y las compañías como Uber y Cabify, que operan en España empleando licencias VTC no es nada nuevo. Sin embargo, y en contra de lo que sería deseable (acercamiento de posturas y armisticio) las posiciones parecen cada día más extremas, especialmente en lo referido al gremio del taxi (el otro «bando» limita sus acciones a unas políticas comerciales muy agresivas), y terminamos esta semana con la certeza de que las próximas semanas van a ser bastante críticas a este respecto, como adelanta El Confidencial. La clave de todo es que, después de una larga espera, el Tribunal Supremo finalmente se ha pronunciado con respecto a una de las causas que pretendían dirimir si las miles de licencias VTC concedidas entre julio de 2013 y noviembre de 2015 se ajustaban o no a la legalidad. Y es que en la primera de las fechas se realizó un cambio en la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT) que, en resumen, fijaba el límite de una licencia VTC por cada 30 licencias de taxi.

El problema es que esta modificación no se completo hasta año y medio después, periodo en el que se concedieron, a nivel nacional, alrededor de 10.000 licencias. Unas licencias, que según las entidades locales emisoras y sus propietarios, son totalmente legales, pero que para el sector del taxi están fuera de la ley. Y la sentencia del Supremo, que es firme (no admite recurso) y que sienta jurisprudencia, reconoce la legalidad de 80 de estas licencias, abriendo el camino al reconocimiento legal del resto en otros procesos judiciales. Es decir, en un periodo de tiempo relativamente corto, el volumen de vehículos que prestan sus servicios en Uber, Cabify y otros servicios basados en VTC se incrementará en varios miles de vehículos.

El sector del taxi, que presionó al ejecutivo de Mariano Rajoy durante la anterior legislatura para la modificación de la LOTT, ha recibido con indignación esta sentencia y ya anuncia movilizaciones que, en algunos casos, podrían ser violentas. Por ejemplo, en declaraciones citadas por El Confidencial de Nacho Jiménez, presidente de la Asociación Plataforma Caracol de defensa del taxi y más conocido por su seudónimo Peseto Loco, «Haremos una pura caravana a Madrid», y afirma «Lo que pase ese día será incontrolable», al ser preguntado sobre si se producirán actos violentos durante esa manifestación, programada para el próximo 29 de noviembre.

Una violencia que, sin duda, tendrá a los coches con licencia VTC como primer objetivo. Ya en las últimas jornadas de huelga del sector, los coches negros o «cucarachas», como se refieren a ellos el sector más radical del gremio fueron objetivo de amenazas e incluso se impidió su acceso (por parte de los huelguistas) a determinados lugares, como el aeropuerto de Madrid. Un tipo de acciones que, me permito añadir, sumadas al radicalismo y las desafortunadas declaraciones de personas como Peseto Loco, sirven para enfangar la imagen de todo el sector y, por lo tanto, polarizar la opinión pública en su contra.

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