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Cuando los gigantes salen de compras: las mayores adquisiciones tecnológicas y sus consecuencias (I)

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El sector tecnológico siempre está en movimiento y, hasta las empresas más grandes, están obligadas a reinventarse cada poco tiempo para seguir siendo competitivas. En ocasiones, su estrategia pasa por compras multimillonarias capaces de cambiar todo un mercado y al que todos los actores deben adaptarse lo más rápido posible si quieren sobrevivir.

En este artículo analizamos, desde la atalaya de la perspectiva histórica, las mayores adquisiciones tecnológicas de la historia y las consecuencias que tuvieron para sus protagonistas.

Dell compra a EMC (67.000 millones de dólares, 2015)

Joe Tucci (CEO EMC) y Michael Dell (CEO Dell).

¿Qué pasó? Dell pacto la compra de la empresa de almacenamiento de datos EMC por 67.000 millones de dólares. Los accionistas de EMC recibieron 33,15 dólares por acción y se inició una operación que tardaría casi dos años en completarse.

¿Por qué? Dell, consciente de que un negocio basado en vender hardware y «mover cajas» lo tendrá muy complicado en el futuro, adquirió EMC con el objetivo de competir en el negocio del cloud y pivotar hacia una empresa de servicios.

Las consecuencias. Dell Tecnologies (nombre que adoptó tras la fusión) ha afrontado durante dos años las consecuencias de una inversión millonaria, pero también ha aumentado casi un 50% su cifra de negocio y se ha convertido en un jugador importante en sectores donde no estaba presente.

HP compra Compaq (33.600 millones de dólares, 2001)

Carly Fiorina (CEO HP) y Michael Capellas (CEO Compaq).

¿Qué pasó? Con el objetivo de convertirse en la compañía líder en sistemas personales (incluyendo servidores, PC y las PDA, tan populares en esos años) se alcanzó un acuerdo que valoraba cada acción de Compaq, uno de sus grandes rivales, en 0,63 acciones de HP.

¿Por qué? HP era consciente de que debía ser más grande si quería competir en igualdad de condiciones con gigantes como IBM y Sun Microsystems (en el sector profesional) y Dell o Palm (mercado de consumo). El objetivo de la operación pasaba por ampliar el portfolio de productos y optimizar los procesos de fabricación.

Las consecuencias. Ya en su momento, esta operación fue recibida con cierto escepticismo por los analistas, que consideraban a las compañías como muy similares y se preguntaban dónde estaba la sinergia que les permitiría crecer. Sí parece que hay consenso en que se pagó demasiado dinero, tanto que Walter Hewlett,uno de los hijos de los fundadores de HP, llegó a calificar la operación como «el error de los 25.000 millones».

SoftBank compra ARM (32.300 millones de dólares, 2016)

¿Qué pasó? La multinacional japonesa de telecomunicaciones e Internet se hizo con una de las grandes tecnológicas europeas, ARM, en la mayor operación de este tipo en nuestro continente.

¿Por qué? Aunque SoftBank era y es una empresa de servicios, no estaba cómoda con la dependencia del hardware de terceros. En una gran apuesta por el IoT (Internet of Things) se hizo con una desarrolladora de chips con clientes tan importantes como Apple o Samsung, entre otros.

Las consecuencias. Esta adquisición es una consecuencia más del apetito voraz de una Softbank que no sólo es una de las mayores compañías japonesas, sino que es uno de los conglomerados tecnológicos más importantes del mundo con más de 100.000 millones de dólares en inversiones durante los últimos cinco años. Compañías como Sprint, Alibaba o Boston Dynamics son propiedad o están fuertemente participadas por SoftBank.

Para SoftBank, ARM es una máquina de hacer dinero que además les permite mantener el control sobre el ecosistema móvil, la base del IoT que cada vez está más cerca de ser una realidad. Con ARM, tienen poder a la hora de negociar y de marcar las reglas de un futuro donde los dispositivos conectados aumentarán de manera exponencial.

Microsoft compra Linkedin (26.000 millones de dólares, 2016)

Satya Nadella (CEO Microsoft) y Jeff Weiner (CEO Linkedin).

¿Qué pasó? En una operación que pilló a casi todo el mundo por sorpresa, Microsoft pagó 26.200 millones por Linkedin valorando en 196 cada acción, pagando una prima de casi el 50% respecto a lo que costaba solo tres días antes. Supuso la mayor adquisición de su historia.

¿Por qué? Para algunos analistas, el movimiento de Microsoft tiene una interpretación defensiva ante un Facebook que crecía a ritmo exponencial, amenazando incluso el territorio corporativo. Además de adquirir una ingente cantidad de datos, la sinergia de los productos y, cada vez más, servicios Microsoft con el entorno profesional es más que evidente. Evitar que cayera en manos de Amazon, Google o la comentada Facebook, era una prioridad para los de Redmond que tuvieron que recurrir al talonario.

Las consecuencias. A corto plazo, no ha habido cambios sustanciales en ninguna de las dos compañías aunque es evidente que las sinergias existen y probable que productos como Office 365 o Dynamics empiecen a beneficiarse lo antes posible de ellas.

Todavía es pronto para afirmar si Linkedin valía lo que costó, pero también es cierto que con esta compra Microsoft se posiciona por fin en el sector de las redes sociales y que dispone de la mejor fuente de información para desarrollar sistemas basados en Big Data e Inteligencia Artificial que ayude a su ecosistema a desmarcarse de la competencia.

Facebook compra WhatsApp (19.000 millones de dólares, 2014)

Mark Zuckerberg (CEO Facebook) y Jan Koum (CEO WhatsApp).

¿Qué pasó? Hace casi tres años, Facebook emitió un comunicado por el que anunciaba la adquisición de WhatsApp Inc., pagando 4.000 millones de dólares en efectivo12.000 millones en acciones de Facebook y 3.000 millones adicionales en forma de acciones restringidas para los fundadores y empleados de Whatsapp.

¿Por qué? Es evidente que resulta imposible analizar una operación de esta envergadura en pocas líneas, pero los objetivos de Facebook para realizar esta operación pasaban por su necesidad para seguir creciendo (el modelo comenzaba a dar signos de agotamiento en países como EE.UU), la apuesta por el negocio mobile y, sobre todo, los datos que incluyen los millones de mensajes que se mandan cada hora a través de la plataforma.

Las consecuencias. Aunque en un primer momento Facebook anunció que las dos compañías seguirían actuando de forma independiente, casi todos sabíamos que no duraría mucho. Hace unos meses se hizo oficial y en los términos de uso ya explican que los datos se comparten entre las dos plataformas con el objetivo de «mejorar la experiencia respecto a los productos y publicidad de Facebook».

Es complicado saber cuáles serán los próximos pasos, pero algunos analistas vaticinan que Facebook quiere una posición hegemónica para su Messenger (que ya ha alcanzado a WhatsApp en número de usuarios). ¿Cuánto durará un ecosistema con dos aplicaciones que cada vez se parecen más?

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En las próximas semanas publicaremos nuevos artículos donde seguiremos repasando las grandes adquisiciones del mundo de la tecnología. Permanezcan atentos a MuyComputerPRO.

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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