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Toshiba podría cancelar la venta de su división de memorias

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división de memorias de Toshiba

Toshiba podría cancelar la venta de su división de memorias si no obtiene la aprobación del regulador antimonopolio de China durante el mes de mayo. Nueva vuelta de tuerca a un culebrón que se alarga ya por meses y que tiene pendiente al sector de semiconductores mundial por sus implicaciones.

La división de memorias de Toshiba es la segunda por ventas mundiales, tiene un prestigio a la altura de las mejores y está sujeta a una gran demanda producto de las necesidades a nivel mundial, lo que ha llevado al sector de semiconductores a batir todos los récords de ingresos.

La demanda de memorias ha aumentado en todas sus variantes especialmente en las flash utilizadas en dispositivos móviles. Frente al exceso de oferta de años anteriores, actualmente la producción no es capaz de cubrir la demanda y los precios han subido con fuerza en los últimos meses. Este desequilibrio y complicaciones tecnológicas derivadas de la transición a los nuevos procesos como los de la memoria 3D, han llevado a una «guerra de las memorias que tiene en vilo a la industria de semiconductores.

La situación de Toshiba es incierta. La compañía aún se está recuperando de un año 2015 desastroso. El escándalo financiero por el que Toshiba habría estado falseando al alza sus beneficios desde 2008 provocó la dimisión de su CEO, Hisao Tanaka, aunque los problemas eran anteriores especialmente por la deriva de su negocio en energía nuclear en Estados Unidos. En este escenario Toshiba necesita hacer caja y de ahí la venta de su prestigiosa división.

Después de meses de negociaciones un grupo estadounidense liderado por Bain Capital LP alcanzó un acuerdo con la firma japonesa para adquirir la división por 18.600 millones de dólares. El grupo incluye al especialista en memorias SK Hynix Inc, Seagate, Dell y hasta Apple en una operación que tiene muchas lecturas, entre ellas la estrategia de Apple para garantizarse un componente esencial para poder fabricar millones de dispositivos y, de paso, reducir su enorme dependencia de Samsung.

Otra visión de la operación es la de Western Digital Corp, socio de Toshiba a través de la compra de SanDisk, y que esgrime un derecho de veto ante la venta a algunos de sus rivales, como Seagate. WD ya ha advertido que espera obtener una orden judicial para bloquear este acuerdo a la espera de la resolución de una demanda que podría tardar años en aclararse.

En una vuelta de tuerca, Toshiba podría cancelar la operación de venta de acuerdo con la información de medios chinos recogida por Reuters. No está confirmado, pero sería otra salida para este auténtico culebrón que tiene implicaciones en todo el sector de semiconductores.

Coordino el contenido editorial de MC. Colaboro en medios profesionales de TPNET: MCPRO, MuySeguridad, MuyCanal y Movilidad Profesional.

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