La seguridad de la WiFi, a punto de mejorar notablemente gracias a WPA3

Los dispositivos WiFi están más cerca de estar más protegidos cuando se conectan a una red local, ya que el protocolo de seguridad vigente en estos casos hasta ahora, el WPA2, está a punto de ser reemplazado (eso sí, poco a poco) por uno nuevo, el WPA3, cerca de 14 años después de comenzar a utilizarse. Todo gracias a que la WiFi Alliance, el organismo encargado de supervisar la adopción del estándar WiFi, está empezando a certificar productos compatibles con WPA3, según Venture Beat.

Este nuevo protocolo de seguridad ofrece, en las redes en las que se aplique, nuevas y mejoradas protecciones para los dispositivos conectados a ella. Por ejemplo, con una de las mejoras de WPA3, los hackers tienen mucho más complicado adivinar la contraseña de acceso a la red a base de intentar adivinarla una y otra vez. Esto se debe a que cuenta con una nueva protección contra los ataques de intento de adivinar contraseñas por parte de terceros que no estén conectados. Con WPA3, los atacantes sólo podrán intentar adivinar la contraseña en una ocasión, y tendrán que interactuar con el dispositivo WiFi al que quieran acceder, de manera física. Y es más complicado que logren dar con la contraseña, dado que tendrán que estar físicamente presentes en la red.

Otra novedad en este protocolo limita la cantidad de datos a la que pueden acceder los hackers, aunque hayan logrado adivinar la clave. Pero a ojos de los usuarios de la red, nada cambia. Para acceder a la red sólo tendrán que escribir su contraseña. Esto es así gracias a una función de privacidad avanzada, que hace que los atacantes, aunque consigan acceso a la red, sólo puedan visualizar la información que se está compartiendo en la red en un momento dado. No así la que ya se haya utilizado y sea más antigua.

Pero como hemos comentado, las novedades que trae consigo el WPA3 no van a llegar en un abrir y cerrar de ojos. Tardarán muchos años en ser habituales. Esto se debe a que hay que hacer cambios en las redes para su despliegue. Para empezar es necesario instalar un router compatible con WPA3, y resulta que están comenzando a certificarse ahora. O, en su defecto, esperar hasta que los fabricantes del que tienen decidan desarrollar una actualización para él.

Con el resto de dispositivos y equipos que tienes conectados a la red local pasa lo mismo. O compras unos nuevos compatibles con WPA3 o esperas a ver si los actualizan. Eso sí, los dispositivos que son compatibles con WPA3 pueden conectarse con otros que soporten WPA2, así que se pueden interconectar sin problemas de funcionamiento.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que estos cambios sólo son aplicables a las WiFis de uso doméstico, y también en las de pequeñas empresas. Las que se utilicen en un entorno empresarial a gran escala también van a contar con actualizaciones, pero tendrán un paquete de protocolos distinto.

Pero todavía se tardará un tiempo en ver avances en la seguridad en WiFi. Al menos, hasta el año que viene no habrá avances notables. La WiFi Alliance espera que la adopción del WPA3 suba de forma notable en 2019, aunque por ahora no será obligatorio que los nuevos productos sean compatibles con este estándar. Pero la nueva generación de WiFI, la que permitirá el protocolo 802.11ax, está empezando a desplegarse y se espera que alcance un nivel masivo de adopción a finales de 2019. Y es posible que su despegue haga también avanzar el WPA3. En cualquier caso, ser compatible con WPA3 se convertirá dentro de no demasiado en un requisito indispensable para conseguir la certificación WiFI.

A medida que vaya pasando el tiempo, el protocolo WPA3 se actualizará y mantendrá para abordar nuevos exploits. También para implementarle nuevas protecciones, tal como se ha venido haciendo hasta ahora con el WPA2.