Los disquetes de 8″ ya no se utilizarán para coordinar lanzamientos nucleares

Hablar de lanzamientos nucleares es algo muy serio. El armamento nuclear encaja por méritos propios en la definición de armas de destrucción masiva debido a su alto poder destructivo, de hecho basta recordar lo que ocurrió al final de la Segunda Guerra Mundial con el lanzamiento de dos bombas en Hiroshima y Nagasaki, pero la tecnología clave que estaba detrás de ellas había quedado seriamente obsoleta.

En 2014 descubrimos que Estados Unidos todavía utilizaba disquetes de 8 pulgadas para coordinar los lanzamientos de armas nucleares, una tecnología obsoleta que data de los años 70 y que, finalmente, ha sido desplazada por una solución de almacenamiento digital en formato SSD que es, en teoría, «totalmente segura, al menos según las declaraciones del teniente coronel Jason Rossi.

El hardware obsoleto se ha convertido en una de los temas más polémicos cuando hablamos de sistemas gubernamentales asociados a divisiones críticas, y los lanzamientos nucleares son, sin duda, uno de ellos. Puede que nos cueste entender por qué se mantienen ordenadores que datan de los años 60 o 70, pero lo cierto es que más allá del tema funcional y del rendimiento se encuentra una clave importante: la seguridad.

Para entenderlo nada mejor que el comentario del teniente coronel Jason Rossi: «No se puede hackear algo que no tiene una dirección IP. Es un sistema único, es viejo y es muy bueno». El equipamiento que utilizan tiene muchos años a sus espaldas, pero ofrecen todas las funciones que necesitan, se actualizan de forma periódica a nivel de software gracias al trabajo de programadores y expertos y ofrecen todas las funciones que realmente necesitan.

La renovación de equipamiento tecnológico de nivel tan crítico no es una cuestión sencilla, ya que no basta con disponer de los fondos necesarios para llevar a cabo una actualización, no es suficiente con comprar los componentes, hay que asegurarse de que el sistema resultante no caerá fácilmente ante un ciberataque, un valor que diferencia, precisamente, al hardware más antiguo.

Este problema no es exclusivo de Estados Unidos y tampoco se limita al hardware, de hecho recientemente tuvimos la oportunidad de vivir una situación muy interesante cuando se produjo el final del soporte de Windows XP, un sistema operativo que todavía está presente en algunos entes y organizaciones estatales a pesar del riesgo que conlleva.