Las acciones de AMD crecen gracias a la valoración positiva de Morgan Stanley

Es un hecho, AMD ha logrado volver al buen camino. El gigante de Sunnyvale había entrado en una dinámica muy complicada tras el lanzamiento de sus procesadores basados en la arquitectura Bulldozer allá por finales de 2011, una generación que no cumplió con las expectativas que había generado y que no pudo competir con las alternativas de Intel.

Durante varios años AMD ha tenido que trabajar duro para mantenerse a flote. La ausencia de respuesta por parte de la compañía fue tan prolongada que los malos augurios no tardaron en empezar a hacer acto de presencia, y se habló incluso de una posible compra de la compañía por parte de algún grande del sector (algunas voces apuntaron a Samsung en más de una ocasión).

Pocos tenían una esperanza real en que la compañía que dirige Lisa Su iba a ser capaz de recuperarse y de volver a competir de tú  a tú con Intel en todos los niveles del mercado de procesadores x86, pero al final AMD lo ha conseguido. El lanzamiento de la arquitectura Zen confirmó que tenían algo grande entre manos y que podían competir desde el punto de vista calidad-precio con el gigante del chip.

Cuando se produjo la llegada de los procesadores basados en Zen+ vimos una consagración de la arquitectura, y con Zen 2 se han terminado de disipar los fantasmas que ondeaban sobre AMD. La compañía ha sido capaz, casi ocho años después, de volver a competir de verdad con Intel, y en todos los niveles, algo que se ha dejado notar tanto en el mercado de consumo general como en el sector profesional.

Como cabía esperar las acciones de AMD han reflejado esta situación, y las valoraciones de los principales grupos de inversión han sabido ver esa evolución positiva que ha vivido la compañía durante los últimos trimestres. En este sentido destaca la reciente valoración que ha emitido Morgan Stanley, uno de los grandes del sector financiero, quien ha estimado que AMD se encuentra en una «posición destacada» frente a sus rivales Intel y NVIDIA, y cree que está en condiciones de seguir mejorando su cuota de mercado frente a ambas.

Esta valoración ha dado un pequeño impulso a las acciones de AMD, que subieron un 2% hasta llegar a los 31,76 dólares, y nos deja una estimación por parte de Morgan Stanley de 32 dólares, una cifra que eleva en dos dólares su previsión inicial. No es casualidad, este cambio se ha producido por dos grandes razones: el potencial que tienen los nuevos procesadores EPYC basados en Zen 2 y el papel que jugará la división de soluciones semipersonalizadas de cara al próximo lanzamiento de PS5 y Xbox Scarlett.