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Tres décadas desde el envío del primer SMS de la historia

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Aunque ahora han quedado reducidos a mensajes corporativos de entidades financieras, compañías de seguros o entidades deportivas, el short message service (SMS) fue un elemento revolucionario en sus orígenes, ya que permitía la comunicación textual instantánea entre dos personas, aunque con límite de caracteres. A pesar de la popularización de aplicaciones de chat como Whatsapp o Telegram, el SMS sigue siendo la opción favorita de las empresas para sus estrategias de marketing.

Para analizar los orígenes del SMS hay que remontarse al sábado 3 de diciembre de 1992. Desde el operador Vodafone se le envió una felicitación navideña al empresario y empleado de la compañía Richard Jarvis. El teléfono de este empleado era un Orbitel 901. Solo figuraban dos palabas, ‘Merry Christmas’, pero supusieron un antes y un después en el mundo de la comunicación. Tal y como afirma la propia compañía; ’15 letras que cambiaron el mundo’.

Pero no sería hasta 1999 cuando, de manos de Nokia, se permitiría enviar SMS por diferentes redes y dispositivos móviles. Y es que al principio los mensajes eran llamados mobile terminated-short message (MT-SM) y eran informaciones de servicio de las operadoras a sus clientes.

Los short message service center (SMSC) se encargaban de comprobar los permisos y la disponibilidad del receptor para mandar las comunicaciones, ya que de lo contrario se almacenaban para enviarse después.

Los SMS y sus cifras de impacto

En 2006, su mejor año, se enviaron 13.400 millones de mensajes. En 2012 se enviaban 15 millones de SMS por minuto y los usuarios preferían esta fórmula antes que los correos electrónicos.

Gracias al SMS se llegó a crear un lenguaje propio basado en abreviaturas. Al SMS le agradecemos ‘TKM’ (Te quiero mucho) o ‘NTP’ (no te preocupes), pues había que aprovechar al máximo el espacio. Incluso la Asociación de Usuarios de Internet creó el Diccionario SMS.

Los SMS evolucionaron y llegó a crearse un mercado en torno a ello. Era muy común enviar un SMS como método de confirmación de pago para adquirir un tono o fondo de pantalla, o bien, para participar en un programa de televisión.

Una subasta con alto valor sentimental

Es curioso pero ese primer SMS de la historia fue vendido en 2021, como NFT, por 107.000 euros de manos de la casa de subastas Aguttes de París, aunque no se ha desvelado la identidad del comprador.

El lote incluía también una versión animada de la réplica completa del código del protocolo de comunicaciones original. Todo lo recaudado por la venta del SMS fue destinado al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El ingeniero finés Matti Makkonen tuvo la idea de crear un sistema de mensajería para redes móviles durante un almuerzo informal en 1984. Esta idea gustó grupo de trabajo y el alemán Friedhelm Hillebrand estableció el protocolo inicial y fijó un límite de 160 caracteres. Era el primer paso para crear un sistema global de comunicaciones móviles (GSM).

Lacónico presente y dudoso futuro

La llegada de Whatsapp y de otros servicios de mensajería instantánea gratuita fue el fin de los SMS. A día de hoy se ha generalizado el uso del SMS marketing y como método de autenticación en dos pasos a la hora de realizar compras online o transacciones bancarias. También se emplean para enviar los localizadores de los billetes en los medios de transporte.

Las empresas conocen su valor nostálgico, de tal modo que se calcula que el 90% de los SMS que nos llegan los abrimos debido a que ya es una práctica poco habitual.

En 2016, Google y la Asociación GSM implantaron el rich communication service (RCS), que permitía enviar fotos, vídeos, gifs o audios sin necesidad de tener que instalar una APP de terceros. También en el futuro se vaticinan nuevas opciones para ellos como: geolocalización, sistemas de pago o integración de chatbots.

Aunque nadie entenderá, especialmente las nuevas generaciones, por qué es mejor usar SMS que Whatsapp, debe saber que gracias a SMS se permite su utilización comercial, funcionando sin WIFI o conexión a Internet y en cualquier dispositivo.

Los SMS aportan mayor seguridad, tal y como demuestra su uso por parte de entidades bancarias. Los SMS cuentan con conexiones protegidas con certificados para encriptar la comunicación entre las plataformas de envío y los clientes finales.

Para nostálgicos o para empresas, el SMS sigue siendo la mejor opción, y en su trigésimo cumpleaños demuestra que además de felicitar las fiestas sigue siendo una alternativa segura y eficaz a Whatsapp y a otros servicios de mensajería instantánea.

 

 

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