¿Qué está pasando entre Apple y Nintendo?

En el sector tecnológico resulta bastante común hablar de los enfrentamientos entre las compañía. La inmensa mayoría de los casos tiene que ver con las patentes, y con el empleo de determinadas tecnologías en regiones concretas. En otras ocasiones viene dado por las acusaciones de plagio de diseños e incluso, aunque de manera bastante menos común, incluso se dan casos de espionaje industrial. Sin embargo, en ocasiones también se puede deber a circunstancias que no dependen directamente de las empresas enfrentadas, sino a otros factores. Tal es, por ejemplo, la desagradable situación actual entre Apple y Nintendo, y que tiene su origen en la incapacidad de las empresas que manufacturan determinados elementos clave para la producción de los dispositivos de electrónica de consumo.

Ya hemos hablado, en algunas ocasiones, de la situación de escasez que se está produciendo en el mercado de la memoria NAND, ahora que la demanda de la misma es más alta que nunca. Una situación que, además, según la consultora Gartner, todavía tardará un tiempo en resolverse. Concretamente, las esperanzas del sector se depositan, principalmente, en el esfuerzo que está realizando el sector de los semiconductores en China para iniciar la producción en masa de estos componentes. No obstante, no lo veremos este año, y lo más probable es que tampoco el que viene (al menos el primer semestre de 2018). En otras palabras, es bastante probable que hasta 2019 no veamos una bajada en el precio y un incremento en la oferta, que permitan a los fabricantes de dispositivos satisfacer sus necesidades de «materia prima».

¿Y qué tiene esto que ver con productos tan poco relacionados entre sí como el iPhone de Apple y la consola Nintendo Switch? ¿Y qué ha empujado a estas dos compañías a un enfrentamiento? Pues exactamente eso de lo que estamos hablando. Aunque son dos productos que no compiten entre sí, sí que se enfrentan de igual manera a la escasez de determinados materiales, como memoria NAND y pantallas de cristal líquido (LCD), dos componentes clave en el diseño de ambos dispositivos. Y, ante esta carencia, según apunta hoy la publicación Chip (en alemán), Apple habría «sacado músculo» con sus proveedores (que en algunos casos son los mismos que los de Ninendo), dificultando la posibilidad de esta misma de ver cubierta su demanda.

Esta situación, que igual en otras circunstancias no tendría tanta relevancia, sí que tiene bastante importancia porque, ante la imposibilidad a la que se enfrenta Nintendo, la multinacional japonesa ve peligrar los objetivos comerciales que se había planteado para su videoconsola, y que pasaban por alcanzar los 18 millones de unidades vendidas en marzo de 2018 (es decir, todavía dentro del periodo de escasez en el que aún nos encontramos), un objetivo muy importante de cara a analistas e inversores, que llevan ya años esperando que la histórica compañía especializada en consolas recupere, al menos, parte del esplendor del que disfrutó en el pasado.